Resumiendo


Si Dios quiere, el miércoles empiezo mis vacaciones en la costa. Hoy estuve armando la lista de todas las cosas que tengo que llevar y, como excedida que soy, conté seis vestidos, diez musculosas, cinco polleras, tres jeans, etc, etc, para sólo dieciocho días de placer. Al trabajo volveré la última semana de enero y supongo que el curso de la última materia que me queda por cursar -valga la redundancia- empezará el primer o segundo lunes de febrero. Y así comienza mi nuevo año.

Haciendo un breve balance de este 2009 que se va, le contaba a mi prima ayer que lo veo bastante positivo. Si tuviera que ubicar malos tragos en estos casi 365 días que pasaron, me sobrarían los dedos de una mano (afortunadamente). Tuve la oportunidad de vivir un par de meses afuera, de conocer gente buena onda. Podríamos decir que casi terminé la carrera (todavía me queda ese mes y medio de Introducción a la Comunicación Social -sí, tengo todas cursadas menos la principal- y algunos finales). Me llamaron de la revista en donde hice una pasantía el año pasado y parece que están contentos conmigo y me quieren para esta nueva etapa. Además, empecé a preocuparme un poco más por mí; a cuidarme un poco porque, como leí una vez: "Si no cuido mi cuerpo, ¿en dónde voy a vivir?". Amor, lo que se dice amor, no tengo pero hace algo así como dos meses que la paso mejor.

Ojalá el año próximo empiece, por lo menos, tan bien como este que nos está dejando. Les deseo a todos un excelente 2010 y, supongo, la próxima vez que escriba ya estaré mirando el mar.

Buu.



Y ayer a la tarde me encontré en el subte llorando a moco tendido, sin saber para donde salir corriendo. Porque si hoy tuviera que hacer un top five de las cosas que me ponen del orto en segundos, las peleas de mis viejos aparecerían en el podio. Sí, durante diez estaciones sólo quise que cualquiera de los que viajaba conmigo dejara de hacer sus cosas importantes y no-tan-importantes para frenarse adelante mío y partirme en dos de un abrazo.

El que sabe, sabe



(12:53 a.m) el chico ingenioso: ahora te voy a apodar fainá
(12:53 a.m) el chico ingenioso: porque sos rubia y te morfo toda

está claro que el apodo le sienta bien

¡Sos mi fan!


-Tu enamorada secreta me acaba de decir que no, que no terminamos de laburar el veinticuatro sino el treinta...
-Vos sos mi enamorada secreta :)
-No, yo soy tu latin lover*, man. ¡Ah! Y vos sos mi fan
-Jajajajaja :)

Además, me dijo que antes de que me vaya a vacacionar panza arriba, tenemos que hacer nuestra despedida. Y, antes de irse a tocar (es rocker, gente), se disculpó por haber estado a mil esta semana y no haber sido un buen sextoy.


*
sólo para entendidos

Trato hecho



Esta tarde, tomando algo con mi viejo, salió esta conversación:

-Bueno, ya saqué turno con esa ginecóloga que me recomendaron
-¿Estás de novia?
-No
-¿Y cuándo vas a estarlo?
-El año que viene, pa
-Espectacular, te felicito, hija

Ahí le siguió un apretón de manos, como si estuviéramos cerrando un negocio millonario.

Con la nuca no


Y cuando lo tuve a centímetros, me acerqué aún más y le toqué el codo con la mano. "Feliz día, doc", le dije. Me agarró de la nuca y me saludó con un beso después de agradecerme por mi atención. Minutos después, llamé a mi superamiga para preguntarle si tenía nuestras notas del primer final y si había novedades sobre la juntada femenina que hacemos mañana en mi casa (mi vieja se fue de viaje, iupiii). Obviamente, estallamos de risa cuando me sinceré y le dije: "¡La nuca! Cuando me agarran la nuca sí que me vuelvo un toro". JAJAJAJAJA (L)

¿Mentiendesmendes?


Con algunas cosas NO se jode.
(Mucho menos si tienen consecuencias tan trágicas para mí)


Felices no tres años con vos, hijo de perra.

Esto dará que hablar


* Primero quiero hablarles de un episodio de ayer a la tarde. Caminaba con una amiga por Paraguay y Azcuénaga a eso de las cinco de la tarde. Vemos alboroto: dos flaquitos y dos flaquitas (de no más de quince años) arriconando a una piba para sacarle todo contra el Hospital de Clínicas. Empezamos a correr, a buscar al policía de la esquina. Cuando lo encontramos, ya era tarde. Obvio que se habían ido a la re mierda.


Querido* chorro hijo de puta:
Me importas un orto. Desde el momento en que atentás contra mi salud física y psíquica, ya no te tengo más respeto. ¿No tenés para comer? ¿Tu vida es una mierda? Y bueno, yo no puedo hacer nada. No entiendo por qué te empeñás en sacarnos nuestras cosas, amenazando, enfermándonos. Cada vez que te veo a vos o a cualquiera de tus amiguitos haciendo estas cosas, sólo me dan ganas de cagarte a patadas en la cabeza. Y somos muchos los que pensamos así. Ojalá no te salgas con la tuya y me termine yendo a la concha de la lora.
*(es un decir)

(Nota: Creo que todos los que piensan diferente a mí jamás pasaron por una situación así de chota. Si me equivoco, háganmelo saber y explíquenme si puedo cambiar mi punto de vista y dejar de sentirme tan paranoica y violenta todo el tiempo.)



* En segundo lugar les digo que sí, que tuve sexo salvaje y que estuvo buenísimo.

Cosa 'e mandinga


Por fin, loco.
Por fin.

Del odio al amor hay un solo paso


De repente, ni sé cómo, esta madrugada me vi rechazando una invitación para ir a dormir a la casa del tucumano que me pareció insoportable durante los dos años que duró mi ciclo de licenciatura. Más de setecientos cincuenta días de odio para terminar chapándomelo la noche en la que finalizamos la cursada, en el auto de mi superamiga.

Popurrí II



-Todavía no sé si me siguen queriendo en el laburo o si me pegan una patada en el ojete el veintisiete.
-Mañana me entregan dos notas. Con un ocho en Medios de Comunicación (y su posterior promoción), soy feliz.
-El chico rocker insiste en que vaya a su casa a ver El bebé de Rosemary.

Popurrí I


Ayer a la tarde salí un rato a tomar algo con mi amigota y mi amigaza, hacía como dos o tres semanas que no nos veíamos para charlar de nuestras cosas. No nos fuimos muy lejos; tampoco la hicimos tan larga (teniendo en cuenta que hoy rindo ética y que no había leído casi nada - no leí casi nada). Sin embargo, esas dos horas fueron suficientes para actualizarnos sobre nuestras vidas y reirnos sobre nuestras páteticas (pero amororsas*) vidas.

Un par de horas antes el chico rocker me había llamado. Yo volvía de Urquiza en el 133 y me preguntó si me quería bajar en su casa para alcanzarme hasta la mía antes de irse a una grabación. Justo estaba con mamá, otra vez será. "Al final vamos a vernos recién el lunes en el laburo, como dijiste el otro día", me dijo. Después me mandó un beso y cortamos.


*estamos intentando dejar de decir la palabra tierna y sus derivados para cambiarla por amorosa/o, etc.

bienvenido, sobrinito ♥


Anoche nació mi primer sobrinito del corazón :) Desde que me enteré que mi prima estaba con trabajo de parto, no pude parar de llorar. Estoy demasiado sennnnnnsible, últimamente. Más tarde nos fuimos con los del laburo a comer un pseudo-asado a la casa del chico rocker que, cuando me fui, me mandó un sms que decía: "Quería que te quedaras".

pastillas//*


una de cal;
veinte de arena.

(ampliaremos)

Grrrr-


-¿Bajas en ésta?
-Sí
-Vivís por acá
-Sí. ¿Vos?
-No, yo vivo en Pilar. ¿Conocés?
-Sí, el 57, ¿no?
-Sí... ¿y trabajás?
-Sí, en una radio, pero entro a la noche
-Ah, copado

La conversación de un equis y una equis en el subte (línea D) siguió cuando se bajaron, yo los vi, se fueron juntos para el lado de las escaleras. A mí nunca me pasan esas cosas, loco. Después me subí a un taxi; el taxista era churro pero cero onda. El chico rocker me dijo que, quizás, el viernes tenemos juntada laboral en su casa. Hoy me di cuenta que mi autoestima está más abajo de lo que creía. Odio la historia, mañana me rompen el ogt. Si Dios está de mi lado, el miércoles zafo y promociono y soy feliz. ¡Vamos que quedan dos semanas! Grrrr-

debuttttt



Hace un par de años, debuté acá.

(pd: vale que peguen links de telos, etc)

¿Y ahora? ¿Qué me contás?


"Ya vas a arrancar con el discurso de que todos los hombres son iguales"*. Bueno, flaco, demuestrenme lo contrario. Hasta ayer pensaba que los tipos que entraran en mi vida tenían que ser cuasi treintañeros (en realidad, de veinticinco para arriba). Anoche, casi que me convencí que no quiero ni pensar en pensar en hombres de cuatro décadas jajaja. ¡Ustedes, histéricas!


PD:
¿Existen los celos bloggeriles? ¿Eh?

-tonight: PAR-TU-ZA


Hoy termina el festival internacional de publicidad que estoy cubriendo en el Hilton (y volveré a las andadas: pasaré a leer, firmar y escribir). Cerraremos la noche partuzeando. "Fiesta, fiesta, mirá que yo no me canso", jajaja.

No necesito esos recuerdos conmigo



Ayer a la mañana, sin buscarlo, encontré el regalo que me hiciste cuando cumplimos un año. No entiendo cómo es que estaba ahí. Aunque tampoco recordaba haberlo tirado, creo que supuse todo este tiempo que -simplemente- había desaparecido. Cuando volví tarde a casa, me di cuenta -después de años- que al lado de la tele está eso que me regalaste nuestro primer diciembre juntos. Todos estos meses/años estuvo tan cerca mío y nunca me di cuenta. Ya es momento de que me deshaga de esas cosas, no necesito esos recuerdos conmigo.

¿Las promesas? ¡En el trasero!


me pierdo tantas cosas...
algún día voy a dejar de ser un boludo.
te prometo

De: el flaquito
1:46 2-MAY-09

Las locuras de mi vieja



Nueve de la mañana de hoy

Mamá: Apurate que quiero ser abuela antes de los sesenta...



Nota: Mi vieja nació en 1955, saquen sus propias cuentas y conclusiones.
Hombres interesados, favor de enviar CV con foto. También se acepta teléfono de banco de "peces" (?)

Banalidades # 1


* Últimamente, tengo cero inspiración (se nota en mis posts cortos);
* No entiendo por qué me estoy aburriendo tan rápido (igualmente, la vida no son puras diversiones, hay que bancarse estar aburrida, no digo que haga mal);
* Por ahora, mi último día de laburo es el veintisiete de noviembre (no les conté pero estoy laburando desde el primer lunes del mes en una revista), es una especie de pasantía;
* Hoy a la tarde, un tipo de cuarenta y largos sentado adelante mío en el bondi casi se babea mirándole el bulto a un flaco parado al lado mío (lo firmo acá, le estaba mirando el bulto);
* El martes rindo y me van a hacer el tujes.

Rompe-cabezas


No es necesario tener todas las piezas
para empezar a armar mi rompecabezas.

Abriendo puertas




TIRE y EMPUJE no son las únicas palabras que me van a abrir muchas puertas.
Hay otra un poco más larga a la que le tengo que prestar más atención.
El cartel dice: HACÉ CASO.

Sobre martes treces y la falta de piel


Volviendo del laburo en bondi -y sentada en el último asiento individual de la fila- vi por la ventanilla a un bombonazo andando en bici, en contramano. Tenía el pelo bien corto y medio rubión, unas gafas enormes con marco rojo, bermudas oscuras y cantaba casi gritando, con sentimiento. Lo seguí como tres metros, embobada. Tal vez más. Sin darme cuenta, había dejado de cantar lo que sonaba en mi celular; había cerrado el libro que tenía en mis manos sin siquiera retener el número de página.

Pensé en pararme, pedir permiso y bajar gritando. Correr por el medio de la avenida hasta alcanzarlo y declararle mi amor, pedirle matrimonio, arrodillarme y todo. Después me di cuenta que el chofer no iba a frenar su marcha para abrirme la puerta; los autos no iban a parar en sincronizado para dejarme pasar; el flaco no me iba a escuchar porque estaba compenetradísimo en su música. Y, suponiendo que todo eso sucediera (hoy, martes trece), quizás lograba llegar a él y no pasaba nada. Quizás lo miraba y me miraba y no sentíamos ser los únicos en el planeta, se seguía escuchando todo el ruido a nuestro alrededor, no se veían corazones rojos por doquier. Quizás me agarraba la mano y a mi no se me llenaba la panza de mariposas.



-Piel

La piel no se hace, no se compra, no se inventa. No hay santo al que rezarle, no hay medicamento que nos cure de la falta de piel. O hay o no hay. Así de simple y así de complejo. Y uso este último adjetivo porque sé que hay una persona que anda dando vueltas. Antes de conocerla, me armé en la cabeza una perfecta historia de amor. Bueno, no es la primera vez que me pasa, tengo buena imaginación (a veces). Y prometimos muchas cosas. Hasta que nos vimos. Y la pasamos bien, de verdad que estuvo bueno. Fue una situación cómoda, divertidísima pero faltaba algo. Porque yo no tenía ganas de tirármele encima. (Sí, ustedes pueden sentir cosas diferentes cuando ven que hay piel con otra persona pero yo pensé que iba a tener ganas de tirármele encima y de no querer separarme por un tiempo.) Me sentía una mierda por haber hablado tanto, por haber imaginado tanto, por haber planeado tanto y en voz alta.

A él (el chico ingenioso) no le pasó lo mismo. El dio por sentado que sí había pasado algo más, que yo había sentido algo más. Me imagino que en el momento se debe haber sentido re bien porque yo daba pie para seguir hablando y seguir con todas esas cosas de mina buena onda. Pero ya tenía en claro que no había chances de nada, que faltaba química, no sé. Tal vez piel y química no son lo mismo. Y hablé de lo complejo del asunto porque algo que siempre comento con mis amigas es que estamos hablando de un pibe que podría hacerme bien; un tipo super bueno, simpatiquísimo, muy inteligente. Hoy por hoy, estamos buscando lo mismo. Pero no puedo y eso es más fuerte que yo.

Las hay para todos los gustos


Utilizando una de mis expresiones más tiernas, quiero confesarles que me jugué el culo al truco, me estoy quedando chatísima. ¡Rememosla con la delantera! ¡Que no decaiga, loco! Recuerden que siempre hay un roto para un descosido. "Gustos son gustos", decía una vieja mientras se comía un frasco de mocos.

El sexo opuesto


Al consumir entre cuatro y seis litros de líquido por día, creo que me gustaría ser tipo para tener pito y, les aseguro, pelaría en cualquier lugar para hacer pis. Por eso, a veces, me dan ganas de ser chabón (?) ¿A ustedes qué les gustaría tener del sexo opuesto y por qué?

Colectivero y la puta que te parió



¡Andate BIEN a la concha de tu madre!
¡Colectivero tenías que ser, puto!*

(*): Y a todos los colectiveros buena onda les agradezco que ejerzan bien su labor y espero que entiendan que lo de arriba -'colectivero tenías que ser'- es sólo para ofender al hijodeputa ese, no intento ofenderlos a todos. Gracias por los lindos viajes que recorremos juntos, espero sigamos unidos mucho tiempo más (tampoco tanto).

"¡Qué básicos que son los hombres!"


Después de un mes sin hablar, mi tierno amigo me dejó un mensaje en el Messenger que decía: "Vos sos una gila por no estar, sabelo". ¿Perdón? Caliente como estaba, lo llamé. No contestó. Le mandé un sms que decía: "No entiendo de qué me hablas". Las posibilidades de que estuviera pasando por un momento de mierda (serio de verdad) eran pocas (y digo esto porque conozco a su familia y me hubiera enterado). Él siempre agranda todo.

Seis horas más tarde sonó mi celular y vi su nombre en la pantalla. Lo atendí así-nomás. Hice hincapié en esto que él tiene de vivir reprochándole cosas a la gente pero tener baja tolerancia para aceptar los reproches del resto. Obvio que se defendió durante los cortos minutos que duró la llamada. Me dijo que se había ido de mi cumple porque tenía otro (y me juró y perjuró que me lo había dicho. Mentira). Así que quedamos en eso. En que ahora yo sé lo que él piensa y él sabe lo que pienso yo. De mi parte, ya no hay ganas de volver a lo de antes. Como dice mi superamiga: "¡Qué básicos que son los hombres!".

Pornoco


-¿Eso es un pornoco?
-No, pá
-A eso, en mi barrio, lo llaman pornoco
-Chau pá (matate)

Mujer violenta


Últimamente, tengo ganas de cagarme a trompadas con todo el mundo. Estoy segura que esto es producto de mi dieta. Como sostenía Maquiavelo: "El fin justifica los medios". Así que, si me ves por la calle y no querés ayudar a una diosa en potencia/construcción, cruzate de vereda.

¿Vientos de cambio?


De repente, una amiga me recomienda para un laburo, tengo una entrevista para colaborar en un sitio y me llamaron de un lugar en donde hice una pasantía el año pasado para preguntarme si quiero cubrir un evento. Ojalá se me dé.

De pilladas


Estoy podrida, harta, cansada de correr para que no se me escape el chorrito de pis, tener que tropezarme con todo el mundo, tener que gritar pidiendo (¡casi implorando!) permiso para llegar al inodoro y encontrarlo todo pillado. Nosotras nos quejamos de los estúpidos que no levantan la tabla pero, ¡qué lo parió, somos un asco! Si tenés los cuadriceps débiles, los isquiotibiales blanditos; si tus gemelos no dan más y no podés con el celu, la agenda, los cuadernos, la campera y la cartera, sabé que no sos la única y que -después de vos- seremos muchas las que tengamos que usar el trono. Es por eso que este post va dedicado a todas las minas cochinas y las que son así de hinchapelotas como yo. No creo estar exagerando. No nos vamos a sentar en la tabla meada, eso es obvio, pero sabemos lo desagradable que es ver las gotitas de otra persona (con las nuestras alcanza y sobra). Si no podés con tu alma y sabés que vas a mojar todo (y mojarte toda), llená la tabla de papel y te sentás. Sí, te sentás. Y, cuando terminaste, agarrás todo ese papel que usaste para protegerte y lo tirás al tacho porque, sino, el inodoro se tapa.

autopista, colectora


Y terminó preguntando: "¿Por autopista o por colectora?", jajajaja =)

Para tener en cuenta I


Empecé mi día sábado a las siete de la mañana.
Ocho y media ya estaba en Palermo.
¡Qué día de puta madre!

Nota:
Definitivamente, mi maridito me tendrá que bancar en esto.

Calamaro ♥


Me gusta desarmarme arriba tuyo, me gusta demasiado ensuciarte. Besar tu flor, inmediata, besarte atrás y adelante. Me gusta tanto que me encante, que quiero hasta la locura desarmarme en el vaivén de tu cintura y remar sobre tu espalda y naufragarte. Soy tuyo, con mi mayor convicción, soy tuyo con toda la fuerza de mi corazón (que es tuyo) y, como cada pensamiento mío es tuyo, soy tuyo. Soy tuyo, con mi mayor convicción, soy tuyo con toda la fuerza de mi corazón (que es tuyo) y, como cada pensamiento mío es tuyo, soy tuyo ♥

Nota:
ésta canción me hace muy bien ésta canción me hace muy mal ésta canción me hace muy bien.

Que nadie se atreva a tocar a mi vieja


Hoy me operaron de la boca, me están intentando bajar un canino que estaba retenido (sí, impresión sobre todo). Mientras íbamos al ortodoncista con mamá....

Mamá:
Aii, mirá esos zapatos, ¿ves? Los de Ferraro son así pero de mejor calidad...
Yo: Boluda, estos son de Ferraro JAJAJAJA
(...)

Decidimos volver a casa en taxi. Lo último que necesitaba era un taxista charlatán... o esta conversación:

Taxista:
¿Qué le pasó a su nena?
Mamá: Le hicieron una cirugía en la boca
Taxista: Mi mamá tiene una dentadura muy mala y yo salí a mi vieja. La mitad de mis dientes ni son míos, fíjese.
Mamá: ...
Yo: (Grrrrr)
(...)

Después de mi siesta de seis horas, mamá viene a la habitación...

Mamá:
¿Qué té querés que te haga? Rosa Mosqueta, Menta y Limón, Frambuesa, Calafate...
Yo: JAJAJAJ aii JAJAJA pelotuda, no me hagas reir que me dueleeeee-ee

Usted que sabe tanto (o eso creía)



después de que el flaquito haya pensado que mi propuesta era una joda, pasó esto...

yo:
estás cagadito eee jaja
el flaquito: siii boluda, no me entiendo
yo: bueno, ¡por lo menos decime que soy un minón! jaja, por lo menos decime: no sos vos, ¡soy yo!
el flaquito: no es por vos, minonazo infernal, bombonazo asesino, es porque tengo el pitito en hibernación

(...)

el flaquito:
sólo quiero tener ganas de sexo desenfrenado...y tener sexo desenfrenado. porque con las ganas no hacemos nada
yo: las ganas te las debo jaja... otra vez será, pensé que daba...
el flaquito: nono, es que está bien... sí que daba para tirar la idea, lo que me enchota es lo que me pasa a mi. en fin... que sos cada día más copada :)


Sí, leyeron bien: el pitito en hibernación. Ahora pueden mofarse de mí tranquilos.

Usted que sabe tanto


Cuestión que este flaquito nunca me rompió la cabeza, pero daba vueltas y bueno, me entretenía pensar que podía llegar a ser interesante -aunque sea por un ratito. Cuando me tiré a la pileta (insinuándome abiertamente), me puso una excusa barata irreproducible (créanme, me gustaría compartirla con ustedes pero es demasiado denigrante para una minita como yo -tan normal como yo- la respuesta que me dió).

A ver, ¿qué se les ocurre que me dijo el flaquito cuando le mandé ese sms regalándome?

¡Qué lo parió!


Jueves 17 de septiembre, 21.30 hs, Ruta Nacional N°9 (Panamericana). Lluvia torrencial.

Yo:
Hoy está para tirarse en la cama, poner Vale y cortarse las venas...
Papá: Lo que vos estás queriendo decir es que es una linda noche para estar con alguien.
Yo: uffff! (snif)

(Nota: Viejo, bajá un cambio, aflojá un poco, poné filtro)

Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa


Las cosas prestadas son, como su nombre lo indica, prestadas. No son regaladas. Y la única persona que tiene el poder absoluto de mandar sobre el objeto en cuestión es el propietario. Éste es quien puede decidir si quiere prescindir de la cosa y prefiere regalarla o si sólo acepta no tenerla por un tiempo determinado. Está claro, ¿no?

¿Qué lo qué?(*)


"¿No le prestaron atención a los chicos de entre seis y diez años? Hablan en neutro. ¿Nunca vieron Backyardigans? ¿No? Mi preferido es Pablo".
(Profesor caño de Medios de Comunicación II)

(*) Dominican greeting. What's up Fuente: Urban Dictionary

o b s e


Veo un lugar libre al fondo. Me siento. A la izquierda, un flaco. A la derecha, una señora de más de cincuenta. Subo la música y me quedo mirando a la gente. En eso, veo la espalda de una chica de mi edad que se desata el pelo para hacerse una media cola. Ponele que tenía el pelo por la cintura, mucho, lacio y castaño. Ya con los brazos en posición, desenreda un pelo que no necesita ser desenredado. Una vez. Dos veces. Tres veces. Cuatro veces. Cinco veces. Seis veces. Siete veces. Ocho veces. Nueve veces. Diez veces. Once veces. Doce veces. Trece veces. Y sigue intentando buscar una media cola perfecta, peinándolo con los dedos, pasándolo de una mano a la otra. Lo ata. Finalmente, lo ata con una gomita roja (que le hace juego con el pantalón). Antes de bajar los brazos, una vez más se lo peina, se lo toca, y lo pasea de izquierda a derecha y de izquierda a derecha. Una vez. Dos veces. Tres veces. Cuatro veces. Cinco veces. Seis veces. Siete veces. Ocho veces. Nueve veces. Diez veces. Once veces. Y yo la miro y pienso que mejor la sigo mirando y después les cuento a los que me leen que vi a una mina insoportablemente obsesiva con su pelo, con su media cola. Ya gente así me saca de quicio.


Sí, yo también necesito hacerme co*er.

Por colectora


Esta mañana, saliendo de la clase:

Yo: Mirá, ahí está el profe de OP, me había olvidado que se la come.
Amiguita: ¡Ojo que nos agarra en Rectoría!
Yo: En definitiva, también somos culos...
Amiguita: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Yo: Habrá que ver qué tan diferentes somos desde atrás jajaja

El que sabe, sabe


Mi amigo Diego, el locutor, asegura:
"Los tipos SIEMPRE van a tener ganas de darte y,
siempre que puedan darte, te van a dar. TODOS."

Sólo sueños son (8)


Sueño de antenoche:
Yo vengo en un auto con no-me-acuerdo-quién y veo, en el auto de al lado, a un anciano manejando su auto pero totalmente dormido y con los brazos apoyados sobre el volante (para descansar cómodamente). Lo veo que se va para un lado, se va para el otro, se choca con un poste de luz. Le grito: "Viejo, ¡despertate!".

Sueño de anoche:
Voy en bici con mi superamiga, ella en la suya, claro. ¿Rumbo? La Bombonera. Mi viejo me había dicho que cuando llegara a la calle en la que encuentro un giro a la izquierda, doble. Sino, desde el paredón de la cárcel de flacos que hay ahí me van a tirar con todo lo que se les ocurra, ¡me van a matar! Llego a esa calle, veo el paredón y doblamos para el lado que papá nos había recomendado. Veo un quilombo de aquellos, tipos en cuero cagándose a trompadas, rompiéndose botellas de cerveza en la cabeza. Vías del tren y yo con la bici (complicadísima situación), con un julepe de la puta madre, pensando: "Vamos a ver hasta dónde llego sin que me rompan los huesos, ¡fuerza!".


-Eso te pasa por ver mucho Policías en Acción -contestó papá después de narrarle mis sueños.

ME CACHE EN DIE


Estoy enojada y voy a escupir todo como me salga. Ayer me dijeron que lo de mi chiche nuevo fue una estafa y tenemos que devolver los ocho equipos que nos habían dado gratis. Pero no sé cuánto me enoja eso, ni me pude encariñar así que supongo que está todo bien con quedarme con mi Motorola W5. Me desperté hace quince minutos y mi viejo me tenía que pasar a buscar por mi casa a las 12.30 pero ahora quiere que me tome el 133. Y yo ya tenía toda la mañana planificada, en esa planificación entraba que mi viejo me venía a buscar, la puta madre. A mi me gusta tener todo en su lugarcito, me gusta armar organigramas y respetar horarios. Y el 133 apesta. El otro día había pensado en hablarles de eso. Porque tengo ganas de llamar a la CNRT y descargarme, aunque no tengan ganas de hacer nada, yo necesito gritarles que son todos una mierda, que son unos maleducados, que no tienen el número de chofer ni de vehículo ni de nada y que eso no puede seguir así. Grrrr, ¡qué estúpida que soy! Después me voy con papá, mis hermanos y mi superamiga a ver Hindú-Alumni, le sigue el primer capítulo de Lynch (no, no sé el nombre del texto y me tiene sin cuidado) y, por último, un cumple en Frere. Lo único que falta es que apenas abra el placard no encuentre nada de lo que quiero ponerme para hoy, que se largue a llover y grrr... ME CACHE EN DIE.

Ciudad Universitaria (Parte I)


En 2002, cursando el CBC para Letras en Puán, promocioné Economía. Como hoy necesito la equivalencia para mi carrera en la USAL, mi superamiga me acompañó a solicitar el certificado correspondiente a Ciudad Universitaria.

Once menos veinte nos subimos al colectivo 37 y el viaje duró media hora. Caminamos hasta el Pabellón III y directo al segundo subsuelo. Una señora del Departamento del CBC (no sé cuál de ellos) nos dijo que teníamos que buscar el programa en la Biblioteca, en planta baja (es decir, subir dos pisos. Entramos y dos pibes -que comían bizcochitos rojos 9 de Oro- nos dijeron que, primero, tenía que pagar diez pesos para tener el Analítico. Salí y fui a Tesorería. Pagué los diez pesos, me dieron un comprobante chiquito y volví a la Biblioteca. Me dieron un formulario, completé dos boludeces pero no recordaba la cátedra de la materia (había una lista pero mi memoria no quería funcionar). Le pregunté si me podía ayudar y, con cara de pocos amigos, uno de los pibes terminó accediendo.

-Volvé a Tesorería y pagá cinco pesos para iniciar el trámite. Ah, acá tenés el programa, sacale también una fotocopia doble faz- me ordenó.

Fui a una de las fotocopiadoras
. Apenas entro, veo un cartel que dice "NO HACEMOS FOTOCOPIAS". Me doy otra vuelta, encuentro una más grande, saco una copia. Cuarenta y cinco centavos. Muchas gracias. Caminamos hasta Tesorería, pagué los cinco pesos, vuelvo a la Biblioteca. Le paso el comprobante de pago de los cinco pesos, el original del programa de Economía y la fotocopia. Se queda con la fotocopia (y el original, claro) y abrocha el comprobante a una parte de la solicitud que yo había llenado. Tengo que retirar todo a partir del lunes. Una menos veinte de vuelta en la facultad. Y el día recién comienza...

una ovejita, dos ovejitas


(Mi hermanito de seis y la mamá, la otra noche)

-Mami, no me puedo dormir
-Contá ovejas, hijito
-¿Y cómo hago para contar ovejas?
-¿No sabés? Cerrá los ojos y pensá que hay dos nubecitas. En la primera hay un montón montón montón de ovejitas y tenés que hacerlas saltar a la otra nube, una por una, a todas.
-Aaah


Nota:
mi tierno amigo respondió un mail estúpido que le mandé a un par de personas. Sí, se hizo el gil (una vez más). Poco a poco, se me están yendo las ganas de juntarme para decirle todas las cosas que me molestan. Ya casi que no tengo motivos para volverlo a ver. Nota 2: tengo chiche nuevo.

Un churrito en el bondi


Hoy, llegando a Plaza Miserere, se subió a mi 132 un flaquito bastante churro. Yo estaba sentada en los primeros asientos dobles después de la puerta del medio, contra la ventana. La señora que estaba a mi lado se paró para bajar y, en su lugar, se sentó este pibe de veintitantos. Tenía un expansor en la oreja derecha y una de estas camperas verde militar con bandera alemana. Viajamos siete u ocho paradas juntos sin mirarnos ni nada. Es más: ni siquiera intenté echar ojo a "su" lado, solo para adelante o para mi derecha, para la calle. Debería haberle sacado una foto y tal vez podíamos hacer como la publicidad de telefonía celular en la que la chica se la reenvía a sus amigos y terminan encontrando al tipo y se encuentran y se aman (¿sólo a mi me pasa que me acuerdo de las publicidades pero no de lo que se publicita?).


Nota:
hoy fui con unas amigas a la
UP para presenciar una actividad. Sólo nos quedamos a las dos primeras charlas. Osvaldo Quiroga me pareció un capo. Fernanda Iglesias me cayó mejor de lo que esperaba pero, cuando llegó el momento de hablar sobre el Proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales, hizo agua (a mí tampoco me queda muy claro todo pero, aunque sea, tirame una base).

Con convicción


En mi vida tuve cuatro psicólogos.
La primera se llamaba Teresa y empecé con ella cuando mis viejos se estaban por divorciar. No recuerdo el nombre de la segunda pero tenía el consultorio en Junín entre Viamonte y Tucumán. El tercero, Horario, es del que voy a hablar hoy. El cuarto es el actual, claro.

Un mes después de haber comenzado mis sesiones de terapia con Horario, me dijo (serio y con cara de yo me las sé todas/yo la tengo re clara): "Vos, en tres meses, estás de novia, acordate lo que te digo".
***

Claro que no sucedió, gente. Claro que no.
Después nos enteramos -durante unas vacaciones- que el chabón cagaba a golpes a la mujer (no importa cómo nos enteramos, no se preocupen) y, de buenas a primeras, mis viejos decidieron que no fuera más. ¿Ustedes me dan un ultimatum? ¿Algún tiempo estimado, aproximado para encontrar a mi nuevo amor, a mi media naranja, a mi cucurucho de dulce de leche?



Nota:
Yo no iba para eso, no iba en busca de una relación sentimental o whatever. Pero él sintió que me lo tenía que decir y me lo dijo y bueno, después se fue todo al mismísimo demonio. Gracias (?)

feliz cumpleaños a mí, yeahh. --f u c k*


Lo agarró Diego, mi amigo el locutor, y se lo llevó a la puerta de entrada. Aparentemente, le tiró la onda de que se me tirara encima y, después de algunos minutos, volvieron cada uno a su mesa. Diego se me acercó, me abrazó mientras yo barajaba un maso de cartas españolas y, entre risas nerviosas suyas y mías, me dijo: "El flaco está con vos, te va a dar". Mucho no le pude preguntar, ¡no podía de la vergüenza!

A los diez minutos se me acercó mi tierno amigo, me abrazó de atrás y se sentó a mi lado para pedirme un poquito de postre. Todos me miraban. Estaba el hiperhistérico, mi amigaza, mi amigota y doce personas más. Yo sentía todos los ojos sobre mí. De repente, se acerca Diego para apurar aún más todo. Intentó hablar en código con mi tierno amigo pero, claro, yo sabía todo y él sabía que yo sabía todo.

"Nono, sabes que no", repitió una y mil veces mi tierno amigo. Diego sólo me decía: "¿Me das un segundo de tu tiempo? Necesito que salgamos los tres un segundo". A los dos minutos, el cagón se paró y se sentó en otra mesa con otras amigas mías. Media hora después, se fue. No sé si pude hablar bien, contarles bien la relación que tengo con él pero no sólo se dignó a llegar dos horas tarde (por haberse quedado dormido pero haber tenido tiempo de fumarse una seca) sino que estuvo menos de dos horas en mi cumple y menos de media a mi lado. Y ahora, ¿qué hago? ¿Qué hago con toda esta bronca? ¿Por qué le dijo a Diego que sí, se acercó sabiendo que el locutor iba a meterse en el medio y después respondió lo que respondió?

Tema A | Tema B



Tengo ganas de escribir sobre dos cosas.
La primera es feliz así que empezaré con esa
(y después veo si puedo prepararme psicológicamente para la segunda).

Tema A
Esta noche hago mi cumple en un bar cerca de casa. Es relativamente chico, acogedor, luces tenues, buena música y pantallas gigantes. Algunos de mis invitados vienen a cenar (carta, menú mexicano o pizza) y otros caen a tomar unos drinks. Tipo nueve nos encontramos ahí (sí, temprano pero vamos a ver el partido juntos). Entre mis invitados están mi tierno amigo y el hiperhistérico.


No, no quiero seguir con esta historia. ¡Pero la otra es taaaan...!


Tema B
Después de leer la última entrada de Gastón, me dieron ganas de contar lo que me pasó a mi cuando estuve en esa situación. Después de casi un año y medio de relación -y pasando cuatro días juntos en la costa- él me dijo que ya no sentía lo que había sentido antes, que nos teníamos que separar. Sí, claro que leyeron bien, fue durante unas mini vacaciones. Se ve que no podía esperar a volver. Se ve que no podía decírmelo antes de viajar. El mismo día que llegamos al hotel, ya desparramados en la cama, me confesó que ya no me amaba más y que lo mejor era distanciarnos. Sentí que se me caía el cielo, que se me cerraba la garganta, que se me daba vuelta el mundo. A veces creo que todo esto pasó ayer, que todavía tengo esas sensaciones feas a flor de piel. Él me preguntó si quería que se fuera, si quería estar sola. Pero no. Probablemente, hayamos pasado los días más lindos después de mucho tiempo. Raro, ¿no? Es como si de repente hubiéramos cortado el compromiso (hubiera cortado su compromiso) y ahora, liberado, pudiera soltarse más, disfrutar más. Nunca dudé que se divertía conmigo y esos días me lo reafirmaron todavía más. Y tuvimos una última noche. Y fue rara porque era la última y yo lo sabía. Y se me rompía el corazón porque no podía concebir pensar en no poder ver más a esa persona. Eso sentía. Era un corte definitivo. ¿Cómo puede ser que sintiera tan claramente un distanciamiento definitivo estando con él de viaje, teniéndolo tan cerca? No sé qué habrá sentido él esa última noche. Sé que no quise que terminara más, que no podía entender que no fuéramos a estar tan cerca nunca más. Sé que lloré y que me dormí abrazándolo. Sé que él se dejó abrazar y que fue el mismo de siempre.

Oh, l'amour



¿Dónde estás amor de mi vida
que no te puedo encontrar?


Nota: ¿Cómo hago para entender que cuanto menos piense en eso más fácil va a ser?

XXIII



¡Feliz cumpleaños para mi!

No todos los días se cumplen veintrés, ¿no?

Regalo n°1
(de papá y mis hermanos, elegidas por quien les habla). Ya les iré mostrando el resto (porque espero que haya más -y espero poder mostrárselos, aunque sea, por acá). Aunque poquísimas personas que me conocen en la vida real lean este blog, voy a agradecerle a todos los que me mandaron sms, mails, me saludaron por este medio (?), me hicieron notas en el facebook, me enviaron palomas mensajeras, etc.

"Soy tu fan"


Fanatismo: El fanatismo es una pasión exacerbada, desmedida y tenaz, particularmente hacia una causa religiosa o política (y hasta deportiva), o hacia un pasatiempo o hobby. Consta de una apasionada e incondicional adhesión a una causa, un entusiasmo desmedido y monomanía persistente hacia determinados temas, de modo obstinado, algunas veces indiscriminado y violento. El fanatismo puede referirse a cualquier creencia afín a una persona o grupo. En casos extremos en los cuales el fanatismo supera la racionalidad, puede llegar a extremos peligrosos, como matar a seres humanos o encarcelarlos, y puede incluir como síntoma el deseo incondicional de imponer una creencia, considerada buena para el fanático o para un grupo de los mismos.
Fuente: Wikipedia

Desconfío hasta las muelas de los super-mega-archi fanáticos de:

-La naranja mecánica
-Woody Allen
Y seguro que la lista sigue...

Nota:
¡mañana es mi c u m p l e a ñ o s!

A mamá mono---


Vamos, no me jodan. Yo ya sé que vivimos acelerados, que queremos todo para ayer, que la ansiedad nos está matando (aunque digan que lo que mata es la humedad), que nos está volviendo locos, que nos está enfermando. Pero, ¿acaso me van a negar que, a medida que pasan los días-meses-años los empleados (administrativos, por ejemplo) están cada vez más relajados, más pajeros, más tranquilos, más lentos?


Señora empleada del banco:
Veinte minutos a su lado fueron suficientes para que ocupe este espacio (mi espacio) para descargar mi bronca contra usted. Durante esos largos y densos veinte minutos se encargó de defenestrar a todas las personas que se acercaron a hacerle consultas; no paró de ladrarle al pobre hombre que se quejó porque una señora (sin número) se metió en la fila. ¿Cómo no estar enojado, cómo no alterarse? PARA ALGO ESTÁN LOS NÚMEROS, SEÑORA. No se ganó el cielo. Usted es una maleducada. ¡Encima trabaja hace casi una década en ese lugar! Apure un poco, querida, ¿no tuvo dactilografía en el colegio? Mi mamá sí tuvo y usted tiene la edad de mi mamá así que seguro que sí. Puede que se haya olvidado, nunca vi una persona que tardara tanto en completar mis datos. Haga un curso, perfeccionese. La gente está mal, la gente está nerviosa, ansiosa, acelerada. Pero usted no ayuda. ¡Ah! Y dígale a su compañera que deje de toser como un animal, que escupa el chicle mientras atiende a los clientes y que no se pasee por el banco, de aquí para allá, con un termómetro en la mano. Si está enferma, que se quede en la casa porque, además de ansiosos, somos paranoicos.

Y mi hermano Roberto dijo: "Estamos fritos"


En Complot, centro del negocio.

Vendedora A: Ai, boluda, ¿tengo algo en la espalda? ¡No sabés cómo me duele!
Vendedora B: Sí, tenes un grano e n o r m e, boluda
Vendedora A: ¿De verdad? ¡Reventamelo!
Vendedora B: Dale, respirá hondo eh.
Vendedora A: ¡AIAAA!
Vendedora B: ¡Ui, boluda, te salió un montón de sangre, qué asco!

Nota: No les recomiendo el Complot de Santa Fe.
Las vendedoras son desagradables y maleducadas (no saludan nunca. NUNCA).


***

En el 132, volviendo a casa.

Chabón: No sé, tal vez me meten cuatro años
Mina joven: Bueno, no es tanto
Chabón: No, además voy a estar con el otro
Mina vieja: ¿Y qué te dijo el abogado?
Chabón: Como que me pueden meter, como que me pueden dejar afuera
Mina vieja: El santito te va a ayudar, vas a ver
Chabón: Igual, la saqué barata...

Usted que sabe tanto (I)


Profesor de Ética Profesional: ¿Y a usted qué le parece? ¿Existe la xenofobia en nuestro país?
Compañero: Sí, sobre todo con los extranjeros.

No es lo que parece


Ocho menos cinco de la mañana me subí al 132 que todos los días me lleva a la facultad -los que conocen el rumbo están habilitados (?) para intentar adivinar qué estudio-. No quedaban asientos libres pero sólo éramos tres las personas paradas. Me fui para el fondo y me quedé cerca de una pareja. Apenas los vi, pensé en este blog y en lo que quería contarles sobre ellos.

Ninguno de los dos llegaba a los cuarenta y ambos estaban vestidos de negro. Él con traje y sobretodo (negro); ella, pantalón de vestir y piloto (también negro). Los dos llevaban anteojos oscuros, alianzas anchas y doradas, y cada uno estaba compenetrado con su mp3 como si el otro no existiera. Al principio, me dije: "Están juntos pero están re separados, cada uno en su mundo, ¡qué bajón!". (Nota: no, no sé por qué lo pensé así pero me pareció triste). Y cuando me pude acercar más me di cuenta que estaban agarrados bien bien fuerte del brazo y que -para que ella dejara de cabecear, vencida por el sueño- él se había sentado mejor (aunque más incómodo) y había apoyado la cabeza de ella sobre su hombro para que pudiera descansar las pocas paradas que quedaban antes de bajar.

Una voz en el teléfono

"¿Qué hacés XXXX? Habla XXXXXXX. Bueno, mirá, yo ya no estoy en mi casa así que, bueno, ni llames a mi casa. Te llamo en quince, yo voy a estar por Villa Urquiza. Bueno, te llamo en quince y vemos, vemos en dónde nos encontramos, a ver por donde estás... Bueno, beso".

-Mensaje de voz de mi querido traficante colombiano.

Carguen, apunten, ¡fuego!


Los tipos de mi edad están en la boludez. Sí, claro que hay excepciones a la regla pero la mayoría siguen estando en la edad del pavo (y eso que tengo veintidós años, eh). Yo necesito una persona que tenga los pies sobre la tierra, nada de barriletes. Es por eso que, de ahora en más, apunto a flacos de veinticinco para arriba. Es un hecho.

NS/NC


Quiero pensar que todas estas sensaciones feas que estoy teniendo -últimamente- están relacionadas con mi cumpleaños, con una etapa nueva que está por empezar. No sé bien qué es lo que me pasa pero me siento desganada, vacía de emociones, como diría mi abuelo: "¿Cómo ando? Tirando". Siempre odié esa expresión, ahora mi vieja la está empezando a usar y estoy cansada de decirle una y otra vez que deje de decirla, que suena fea, que suena pobre, que suena triste. Sé que, a veces, hay que dejar que todo fluya, que tenemos que darnos la posibilidad de estar mal, darnos la oportunidad del silencio, de las lágrmias. Ojalá fuera tan fácil.

¡Atención, lectores!



¿Alguno/a de ustedes tiene idea qué pasó con Pollita en Fuga?
Es que hoy volvimos a hablar de este texto en clase.

¿Alguien leyó "Cuando me muera quiero que me toquen cumbia", de Cristian Alarcón?
Ah, porque me parece que voy a elegir ese entre la lista que proponen en la facu.

Dando vueltas como una calesita

Cuatro posts seguidos sobre hombres.
Admitámoslo: algo no anda bien.

Esta es la historia de un pibe que me encantó desde le primer momento en que lo vi, me flasheó mal en una fiesta de quince en Puerto Madero. Como era amigo de una amiga, empezamos una relación amistosa muy rápido. Por esas cosas de la vida, yo rompí mi cuasi hermandad con ella -nada tiene que ver esto con mi acercamiento hacia él- pero con el flaco todo siguió perfecto. Me acuerdo que el tercer cumpleaños en el que me lo encontré, me dijo: "Creo que vos y yo vamos a tener una linda amistad". ¡Qué cursilería barata!

Pasó el tiempo y fuimos afianzándonos. Yo seguía metejoneada hasta el caracú, obvio, siempre fiel a mi estilo. Un verano, estando yo en Cariló, lo vi online y le tiré la onda de pasarlo a buscar un día por Gesell. De una me dijo que sí, que esperaba mi llamada. Eso hice: me contacté con él y lo pasé a buscar. Esto fue hace cuatro veranos, ponganlé (?). Lo llevé a casa y se lo presenté a papá. (Nota: mi viejo estaba chocho de la vida, le estaba llevando un caramelito de esos que no se encuentran a la vuelta de la esquina. Varias veces papá me dijo que le encantaba que él tuviera conciencia social -por un comentario sobre el Comedor Los Piletones, no sé.)

En esos dos días que pasó con nosotros me tiró algunos palitos y seguimos la relación durante todo el año. Al verano siguiente, vacacionó en otro lado y se tomó un bondi exclusivamente para venir a estar conmigo. Yo, enamoradísima. Pero esta vez fue diferente. Yo dormía en una habitación separada de la casa (con mi baño y mis cosas y la mar en coche). Y dormimos juntos allá (Nota: recuérdese que mi viejo quería que yo estuviera con este pibe, ¡lo adoraba!), juntos y solos y lejos de la casa y de la gente. Y me siguió tirando palos pero nunca hice nada. Nunca. Porque yo sentía que todo era una fantasía pero que no iba a terminar de cumplirse jamás. Y lo conocía. Sabía que si él quería algo, iba a hacer algo. Y no quería pensar en la posibilidad de rebotar y seguir teniendo contacto (por lo menos hasta que se fuera de mi casa, no sé).

Fue pasando el tiempo, fui a la casa, vino a mi casa, salimos a cenar y todo. Me hizo propuestas indecentes cuando yo estaba de novia y él soltero. Me hizo propuestas indecentes cuando los dos estábamos en pareja. Me hizo propuestas indecentes cuando los dos nos quedamos solteros y después se hizo el gil. Cuando lo apuro, se hace el gil. El año pasado, semanas antes de irme de viaje por cuatro meses (y estando con mi superamiga), le tiré la frase graciosa por sms. Sí, esa que están pensando, la famosa "¿Da para darnos?". Esa noche no contestó. Dos días después hablamos por msn y me preguntó si podíamos hablar de eso. Le dije que sí y tiró algunas preguntas como, por ejemplo, si estaba borracha, si me arrepentía, etc. (Nota: ¿Si me arrepiento? ¡Te encanté, loco!) Tranquila le dije que no estaba ni borracha ni arrepentida. Y todo quedó en la nada cuando me preguntó qué pensaba yo que pensaba él al respecto. Ayudándolo (no sé por qué), le dije que seguro que no podía/quería porque estaba en un compromiso en ese momento. Y me dio la razón el muy cagón.

Cuando volví (él ya separado de la anterior pero en una nueva relación), me tiró la onda de nuevo. Seguro pensaba que yo no me iba a animar. Acepté la propuesta y, automáticamente, se tiró para atrás. Le dije que no había problema, que hacíamos borrón y cuenta nueva. Obvio que aceptó. Veremos cuánto dura esta gilada de dar vueltas, de avanzar y retroceder y todas esas boludeces de pendejitos comemocos.

combinación im-perfecta


Después de un día algo largo, recién llego de terapia.
Estoy empezando a enteder que tengo un alto umbral de sensibilidad.
Me la tengo que bancar y listo.

***

-(...) y por eso estuve triste estos últimos días...
-No, no estés mal. Ya sabés: cuando no tengas nada que hacer, me llamás y me decís: "Gordo, ¿puedo ir para tu casa que estoy aburrida?". Hablando de eso, ¿ves que -al final- nunca venís a dormir a casa? ¡Yo quiero ver el babydoll! Jajaja
-Jajajajaja ya sé. Pero este viernes no puedo.
-Bueno, después arreglamos. Pero, volviendo a lo de antes, vos tenés que abrirte a mí.
-...
-Sentimentalmente hablando, claro jaja
-Jajajajajaaja (morite)


Nota: ¡Mañana empiezo Dance Mix con Leo Picinato!

Un viaje para el olvido


Después de casi dos años de hablar con un tipito por messenger, el año pasado decidí ir a verlo. Me aparecí así como quien no quiere la cosa; lo llamé y le tiré la dirección en la que estaba (dos calles cualquiera de ahí) y me dijo que a la tarde me pasaba a ver por el hotel. ¡Cuánto había puesto yo en ese flaco! Finalmente, yo había juntado los cojones y pensaba que, verdaderamente, podíamos tener algo. ¿Qué importaban los 400 kilómetros de distancia? Hasta tenía un plan armadito para separarme plata y viajar seguido a verlo. ¡Qué idiota fui, señores! ¡Qué estúpida, señoras!

Me vino a ver al hotel (yo estaba con mi superamiga), hablamos un rato y se fue. Yo sé que él también había tenido la fantasía de estar conmigo. ¡Yo lo sé! Un par de horas más tarde lo apuré por sms. Me dijo que él había sentido un montón de cosas por mí pero que todo eso había sido hacía tiempo y que ahora estaba en otra. No sé si creerle, si pensar que me vio y no le gusté, si se cagó en las patas porque hice algo que tal vez él nunca hubiera hecho. Nunca más volvimos a tener contacto.

Divisadero y Cerezo


ELLA dice: ¿"tarde como la otra vez" quiere decir que vendrías para acá?
P.N.S.U.R.H.Q.S.U.R dice: sí, voy, no quiero que andes lejos con la camioneta
ELLA dice: ¿entonces llegas tipo 2.30... 3?
P.N.S.U.R.H.Q.S.U.R dice: sí, por ahí, salgo del laburo a las dos
ELLA dice: entonces arreglemos ahora y listo, porque -si te llamo- cancelás : )
P.N.S.U.R.H.Q.S.U.R dice: jaja, dale arreglemos, mañana alas 2.30 en Divisadero y Cerezo
ELLA dice: listo, en el mismo lugar de la otra vez. ahora no podes llamarme y decirme que no-
P.N.S.U.R.H.Q.S.U.R dice: no, ya está. fijo.

No sabía que, después de esa madrugada juntos, iba a tener que esperar casi un año para volver a verlo ♥

¿Spaghetti del rock? My ass

Si yo te digo que estamos hablando sólo de una estructurita hecha con madera o cañas, cubierta de papel o de tela, que tiene forma poligonal, una colita y un piolín largo desde donde sostener, aún así, ¿me creerías si te cuento que hoy, en esta tempestad, este barrilete parece ser irremontable?

apasionada(mente)


Como le contaba hoy a mi amiguísima, yo me considero una mina apasionada. Dice la Real Academia Española:

apasionado, da.

(Del part. de apasionar).
1. adj. Poseído de alguna pasión o afecto. U. t. c. s.
2. adj. Partidario de alguien, o afecto a él. U. t. c. s.
3. adj. Se decía de la parte del cuerpo afectada de algún dolor o enfermedad.
4. m. germ. Alcaide de la cárcel.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Y cuando utilizo este término me refiero a una mina que le pone ganas, que le pone garra. Yo suelo conocer gente nueva y, si me caen bárbaro, estoy en contacto, me comunico. Llamo, hablo, mensajeo, salgo. No me gustan las relaciones super tranquilas, me gustan las relaciones con chispa. Me gusta estar encima del otro y me gusta que me estén encima (resérvense los comentarios puerquitos... bueno, alguno pueden tirar, pero uno solito). Me gusta contar con el otro y obvio que me gusta que el otro cuente conmigo, que me tenga presente. Estos últimos días estoy medio bajón con esas cosas. No estoy pudiendo cambiar algo que me hace mal del resto. Y el resto tampoco parece poder/querer cambiarlo. Se me está complicando el tema porque no sé bien qué hacer en estos casos y sólo me dá por llorar.

| NO REGRETS |


Yo sé que hoy ustedes están esperando (es un decir) que yo les cuente que anoche tuve la mejor noche de toda mi vida; que quiero gritarle a los cuatro vientos que la pasé boooomba, que todavía me tiemblan las patitas. (*) Pero, por desgracia o por fortuna, no puedo. Porque ayer no lo vi. Porque me di cuenta que tenía ganas de hacer otra cosa hoy muy temprano y que, para poder hacer eso que quería hacer hoy muy temprano, tenía que dejar de lado el plan con mi amigo tierno. ¿Y saben qué? No me arrepiento. ¿Se acuerdan del día que me dejó sola? Como esas, hubo varias. Entonces, yo me pregunto: ¿cómo es? ¿Él se curte cuando quiere y yo tengo que dejar de hacer lo que tengo ganas de hacer para ver si le agarran ganas de darnos una refrescada? A mí me parece bien si todos piensan que me cagué en las patas porque, total, tengo la conciencia tranquila (¿qué tendrá que ver una cosa con la otra?). Hoy me felicito por haber elegido hacer lo que quería hacer. Y si vamos a tener acción, podremos tenerla hoy, mañana, pasado... cuando sea.

No sé qué quiero pero sé lo que no quiero


Sí, a mi me pasa como a Calamaro en su canción Donde manda capitán y acá hago una breve lista de las cosas que no quiero:
  • Que no valoren mi esfuerzo. Esto viene a colación de algo que pasó esta mañana en la facultad. La profesora me devolvió un parcial que decía: "7.8 (siete)". Yo no soy de protestarle a los profesores, créanme. Pero, ¿cómo "(siete)"? ¿Me perdí de algo? Terminé encontrando un error en su corrección y me dijo que me subía a 7.9. Yo que le tenía respeto, que la quería, que me parecía una de las profesoras del grupo buena onda. Estas cosas no hacen más que bajonearme, no me dan ganas de hacer nada, no quiero esforzarme y esforzarme al pedo. Yo suelo ser re pajera en la facu, ¡ojo!, pero esta vez me parece que la mina se comportó de terror.

  • Que me traten de boluda. Sí, esto podría incluir el comentario de arriba. Estoy hablando de forrearme, de decirme una cosa por otra, de querer venderme gato por liebre. Quiero gente frontal (y, admito, que también tenga los filtros básicos -tomen esa última palabra como quieran) pero no asesina, no criminal (Asesino, criminal, ¡mataste a mi canario!). Que me digan las cosas que me tienen que decir. Y sí, puede que me enoje, claro que sí, pero que se desahoguen (porque a mi también, muchas veces, me cuesta decir las cosas que pienso/las cosas que siento, pero sé que es lo mejor).

  • Quedarme al lado de la gente que me hace sufrir. Con solo veintidós años (y no es para recibir mimos y palmaditas en la espalda), tengo la cuota llena, al día, de lagrimitas y pucheros. De ahora en más, me gustaría poder distinguir fácilmente a la gente que me hace mal, a la gente que no suma, que vive restando y vive molestando. Espero haber aprendido y seguir aprehendiendo: tampoco vamos a echarle la culpa sólo a los loquitos y loquitas que quieren romper las pelotas. Porque esto es como el hambre y las ganas de comer, ¿no?

  • Desaprovechar los momentos lindos. Porque yo sé que después viene el arrepentimiento y sé que es ahora el momento de pasarla bien. No quiero más colgarme de la palmera con cosas feas. Quiero disfrutar de todo, de todos. Fo-ca-li-zar-me.

Estas vendrían a ser algunas de las cosas más importantes (y penes) que se me ocurren ahora. Cuando pensé en lo que quería escribir -en la clase de la profe que se pasó al bando mala onda-, aparecía un flash de cosas más simples, más boludas, más banales. Tal vez otro día tenga ganas de escribir sobre eso. Tal vez no.

De cornamentas


No los acepto. Me das asco, rechazo y hasta me malhumoran. Estoy hablando de los cuernos. Podría intentar hacer el esfuerzo de entenderlos, pero jamás justificarlos. Últimamente, me vengo distanciando de una compañera/amiga/compañera (nótese el detalle, por favor) por este tema. Yo no me siento mala amiga al decirles a ustedes que me estoy alejando de ella porque le mete los cuernos al novio/marido (no hay papeles pero sí convivencia hace unos años). ¡En absoluto! Ella no me ha demostrado ser lo suficientemente capaz de dar (puede recibir, pero le cuesta bastante entregarse al otro). Bueno, ríanse, sí. Parece que estoy hablando paparruchadas porque digo que no le cuesta entregarse pero bien que se entrega de lleno a los pitos (perdón caí en lo vulgar).

Cuestión que está de novia hace como cuatro años, convive con el tipo desde 2007. Hace un mes me enteré que, durante mi viaje, apareció un tercero en discordia (que las dos conocemos y que tiene mujer e hijos) y se lo estuvo moviendo de febrero a mayo. Y hasta hace dos semanas, se quejaba porque se le pinchaban las salidas con otro tipo recien divorciado (que, seguramente, al día de la fecha, ya se volteó).

Repito, no me siento mal, no me siento una mina juzgadora. O sí, yo qué sé. Las cosas como son, gente. Está viviendo con un flaco y se revuelca con todo el mundo. A mí no me parece, no me gusta y decidí alejarme de ella. Apenas pueda, se lo voy a decir. Si ella se enoja, se va a estar enojando más por su actitud que por la mía, porque no puede resolver sus problemas con su novio/marido, ese tipo que no entiende por qué todos los días se tiene que agachar un poquito más para pasar por la puerta.

¿Mi primer tipo? ¡El traficante colombiano!


El otro día le contaba a mi superamiga que todavía tengo el teléfono de la casa de ese primer tipito que me voló la cabeza. Bueno, es un decir. Tampoco sé si fue el primero. Osea fue el primero, pero siempre tuve alguien en quien pensar (desde cuarto, quinto grado). La última vez que lo vi fue hace tres años más o menos. Si llegara a encontrármelo en la calle hoy, me moriría bien muerta, no hay dudas.

Nota:
también me moriría de vergüenza pero son esas cosas que te dan ese no-sé-qué (reaparecerían las mariposas en la panza, tampoco tengo dudas de aquello). Cuando mi primo lo conoció, dijo que este flaquito se parecía a un traficante colombiano. De ahora en adelante, lo llamaremos así.

El que espera, desespera


Venía en el bondi pensando en lo que espero de la gente y en lo que espero que la gente espere de mí. No es la primera vez que abro el tema en público y me gustaría saber qué piensan todos sobre esto. Voy a tratar de explicarlo lo mejor que pueda.

A mi no me copa que me digan que no hay que esperar nada de nadie (no por eso voy a borrar sus comentarios si opinan así) porque me resulta raro. Me parece loco, no sé. Yo espero muchas cosas de mucha gente. Sí, está bien. Comprendo que, a veces, eso me lleve a lo que yo llamo frustración, frustración, frustración. ¿Pero cómo hacer para no poner el ojo en el otro?

De mis amigos, por ejemplo, yo espero que sean mi soporte, mi contención. Espero que encuentren en mí un aliado, que se me cuelguen del hombro cuando me necesiten, que me usen de oreja. Necesito que me cuenten sus cosas, que me cuiden, que me quieran y que me respeten. Y yo ofrezco lo mismo. Espero que esperen de mí que les sea fiel, sincera y verdadera; que los levante veinte, treinta, cuarenta veces; que esté en todos los momentos lindos y en todas las situaciones feas. Espero que recurran a mí cada vez que tengan un problema, cada vez que tengan ganas de llorar y de autocagarse a trompadas.

¿Acaso soy tan a n o r m a l?

Habrá que ver cuánto le dura, ¿no?


Ayer a la tarde / Casa de ÉL.

ÉL:
¿Entonces? ¿Cuándo dormimos juntitos? Porque me pateás y me pateás y me pateás-
YO: Bueno emm, ¿puede ser un día de semana?
ÉL: Nono, mejor el viernes o sábado
YO: Está bien, el viernes entonces. Sisi, el viernes
ÉL: ¡Dale! Pero mirá que hace mucho que no duermo con una mujer...
YO, sintiéndome morir: AIII :)
ÉL: ¿Y cómo vamos a dormir? ¿Como dormimos cuando estamos solos o con alguna indumentaria en especial?
YO: ¡Pensemos algo divertido!
ÉL: ¡Ya sé! Como Tarzán
YO: ¿Y yo como Cheeta?
ÉL: No, tenías que decir "yo como Jane"
YO, nerviosa y tapándome toda, a propósito: Bueno, yo como Jane. Me voy a tener que cuidar...
ÉL: Jaja, sí. Igual... tranquila que no te voy a acosar sexualmente
YO: ...

Nota:
el jueves SEGURO viene Andrés (?)

¿Qué hago? ¿Voy o no voy? ¿Le cancelo y lo pospongo?
¿No le cancelo, voy y me le tiro a la yugular?
¿Voy y espero y, si no avanza, me duermo?
¿Me invita y me dice que no me va a acosar?
[seguro que sale cucharita, eso lo sé]

Directas | Indirectas


¿De qué sirve dejar las indirectas de lado y tirarle palos a un gil de goma? ¿Para qué gastar energías en juntar las bolas que hacen falta, desembuchar y que el resultado no sume? Entonces no sólo importa poder tener las agallas necesarias para decir lo que se quiere decir. También hace falta que la persona a la que le decís bien directa lo que le querés decir, entienda al vuelo y reaccione (porque si solo entiende al vuelo pero se hace el dolobu, la cosa no funciona).

she's got issues


No me gustan las nueces, tampoco las almendras, las castañas, el maní japonés, etc. Siempre me enamoro de tipos histriónicos, tipos que -de alguna u otra forma- siempre intentan llamar la atención más que los otros tipos. Puedo contar a mis amigas más cercanas con los cinco dedos de cualquiera de las dos manos que Dios me dió. Verdaderamente, creo que nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde. Soy sietemesina. No pregunto muchas cosas sobre mis abuelos por miedo a que me duela lo que me digan. Sueño con tener un trabajo que me encante y una casa llena de hijos. No quiero novios de River; tampoco de Leo. Soy celosa de todo el mundo y, a veces, me autocontrolo de una forma increíble. Luimi es un capo y prometo ir a verlo la próxima vez que venga a Buenos Aires. Alto porcentaje de inseguridad. Aunque me encante el perfecto resultado, me rompe las pelotas ir a depilarme (todas las veces, esa sensación chota parece no irse más). No me gustan las películas de terror. Me rompieron el corazón más de una vez.

Necesito medicación


Como les dije el otro día, hoy hay salida cope. Tipo nueve empieza la función. Después sale cena con mis amiguillos y, más tarde, cumple de mi amiguísima (por plaza Serrano). Aunque sé que faltan varias horas para salir, desde la mañana que estoy pensando opciones de vestimenta. Necesito ayuda. El que quiere oir, que oiga (y el que quiera opinar, que opine).

a) musculosa/vestidito coral (Complot), calzas muy ochentosas (violeta con negro-verde-azul-rojo-naranja-etc), zapatos negros (taco chino) y algún abriguito negro tranqui.
b) idem opción anterior (excepto por la musculosa: ahora, un vestidito negro bien de verano).
c) vestidito violeta-azul-etc super veraniego (Complot), calzas negras, zapatos negros (taco chino) y abrigo negro.
d) idem opción c) (excepto por el vestidito: ahora, camisa roja y negra cuadrillé, de Complot).

Nota: sí, fan de Complot.
Nota2:
antes de la elección, recuerden que viene conmigo mi amigo tierno ;)
Nota3:
puse ese título porque, simplemente, pintó. Sin embargo, también es el nombre de una canción de Estopa. Y, para aquellos que gusten de ellos como yo, les dejo uno de mis temas preferidos.

El que se quema con leche, ve una vaca y llora


Los hombres nacidos bajo el signo de Leo me llaman poderosamente la atención. No sé bien qué es lo que me pasa pero es algo bastante loco. Suelo sentirme automáticamente atraída por ellos. Pero no me hacen bien. ¡Ojo! Tengo amigas leoninas y amigos leoninos y está todo bien con ellos. Sin embargo, no compatibilizan conmigo a la hora de los arrumacos. Serán fuego puro (o como quieran llamarlo) pero, muchas veces, caen en el egocentrismo y la extrema autosuficiencia (y es lindo sentir que la otra persona puede valerse sola pero que, en algún punto, necesita del otro). Más vale que siempre existen las excepciones a las reglas pero ya tuve varias experiencias chotas, prefiero rajarles.

Por lo meno'



Recién acabo de sacar cinco entradas en fila siete para ir a ver a IMPROCRASH este sábado 15 de agosto a las 21, en el Centro Cultural Konex. ¿Quiénes vamos? Amigaza, amigota, superamiga, tiernoamigo y yo. (Sé que parezco una flor de boluda hablando así pero, tal vez, es más divertido. Bueno, tal vez no, ya lo entendí. ¿Qué es más fácil? ¿Decirles que somos cinco los que vamos y listo? ¿Darles los nombres? ¡Ni pienso!)

Acá les dejo su facebook por si les interesa.
Las entradas las saqué por Ticketek.
Ahora habrá que ver el espectáculo y después les paso mi crítica.

Nota:
desde que vi esto, no puedo esperar para ponerlo en práctica AAAAAAAAAAAAH.

Cuando no entra, ¡no entra!

laqueleshabla: tengo la sensación que todos los días cambio de opinión respecto a si existe o no la amistad entre el hombre y la mujer, ¡no me entiendo!
superamiga: no existe, claramente. siempre uno le va a tener ganas al otro
laqueleshabla: ¿siempre siempre? ¿entonces la poca cantidad de flacos que tengo alrededor me quiere dar/le quiero dar? ¿estás segura?
superamiga: siiiii, puede ser q sea inconciente, q vos le quieras dar pero no lo sepas o q sea al reves
superamiga: nombrame 5 amistades masculinas q no le des, q ni se t haya cruzado un "te parto en mil papu"
laqueleshabla: no, no sé si llego a las cinco amistades masculinas. puedo decirte que un par me gustaron pero jamás miré con otros ojos a los novios de mis amigas. ¡JAMÁS!
superamiga: pero los novios de tus amigas no son tus amigos. son los novios de tus amigas. ademas, no cuentan pq son minas
laqueleshabla: ahora todo me queda más claro


superamiga
, te banco. pero no me quedó claro una mierda.

Una más del montón


Hace dos horas me enteré que, desde hoy, soy una desempleada más. Ya no me necesitan porque ni siquiera tienen trabajo para ellas. Así que ahora estamos en stand by. Claro que no me voy a enganchar con eso de que "en cualquier momento podemos necesitarte" porque, sino, me quedo colgada de la palmera (esperando y esperando) y ¿quién paga mi tarjeta de crédito? ¿Magosha? A este malestar, súmenle que hace media hora me comí una ensalada con chauchas que -minutos más tarde, cuando volvió mamá de trabajar- me enteré estaban crudas. Ahora tengo una bola verde que va del estómago al esófago y, de ahí, al estómago de nuevo. Soy un animal, claramente.

¿Se pudieron imaginar cómo me siento?
Sí, así de mal como se lo armaron en la cabeza.
Tal vez pior.
Por suerte, a las cuatro tengo psicólogo (?)

(Hablando se entiende la gente)


La joven, podrida de estudiar, se tira en la cama a ver la novela de la noche. Tres machos más buenos que comer pollo con las manos aparecen en la pantalla del solcito. En el departamento de tres ambientes hace frío y su madre, al teléfono, no para de cacarear y putear. De pronto, suena el celular de la piba y atiende.

-(¿número desconocido? ¡qué raro!) hola
-hola gorda, ¿cómo andas?
-(es él, gente, es él) hola, ¿bien y vos?
-bien, ¿estás estudiando?
-sip (seca. cortito y al pie)
-te llamaba para desearte suerte para el final de mañana
-¡ai gracias, capo!

(boludeces en el medio)

-bueno, mañana avisame cómo te fue, ¿dale?

-dale, mañana te llamo y te cuento
-besito, gorda
-beso (ruido de chuik)


Precabida, la pendeja vaga se junta con unos amigos en el Mc que está a la vuelta de la facultad. Afuera, el sol todavía no se digna a salir y en unas horas se define el último final del cuatrimestre. Poco a poco, la gente va llegando al baile. Algo vibra en el bolsillo de su abrigo, la chica abre el cierre y mira su celular. Tiene un mensaje de texto de él.

-suerte, cucuruchito. mucha merde, mua.


Tres horas más tarde, con el siete en la mano (la nota y el quetejedi), la joven decide responderle.

-siete
-bien, gorda. ¡genia!


Ni lerda ni perezosa (pero bastante boluda) y con una mueca en la cara -además de la compañía de dos amigas cómplices que intervienen en el brainstorming o también llamada tormenta de ideas- la chica decide ir por más.

-ahora que terminé de rendir, me podés invitar a dormir :)
-bueno, así será

Había una vez una minita a la que le encantaba decir que sí


Siempre es más fácil mirar la paja en el ojo ajeno, ¿no? Y aunque intente, le ponga empeño y ganas, no los recuerdo. Hablo de mis no. No creo ser una minita complicada y, debo reconocer, me encanta decir que sí. Salvo contados casos especiales, evito el no. Bueno, no sé si evitar es la palabra que quiero usar, pero espero que entiendan mi punto. Dejando de lado ejemplos puntuales, prefiero decir que sí. Me gustan los planes anticipados y también puedo aceptar invitaciones espontaneas (igualmente, me inclino más por los primeros); hasta creo ser de esas amigas que se copan para acompañar a sus propias amigas a aquellos lugares a los que nadie quiere ir, a los que nadie puede ir por tener cosas más importantes que hacer.

Y no puedo evitar no ponerme mal cuando me dicen que no a mí. Ya sé que, si fuéramos todos iguales, el mundo sería un embole... pero cuando las relaciones se vuelven una gran acumulación de no(es), aparece lo que yo llamo frustración, frustración, frustración. Juro que intento pensar en otra cosa y sé que no por eso voy a dejar de decirles que sí, pero es que hoy sólo puedo pensar en que me encantaría que todas esas personas que, últimamente, me tiran por la borda planes e invitaciones se dieran cuenta que cada una de sus respuestas negativas me duele tanto como una trompada de esas que te dejan tirada en el suelo.

Me tomo una agaromba...


Mañana rindo mi final oral número dos,
no estoy estudiando (casi) una mierda
y me asusta que me importe un carajo.

Espero tener buena suerte
y que, con eso, me baste.


Nota:
Ayer mi amigo me llamó dos veces pero decidí no atenderlo. Me autoaplaudo.

Mi problema son los tipos


Hace casi un año y medio que soy sola, que no tengo festejante, hombre interesante que -por motus propio- decida quedarse cerca y desafiar los vientos y mareas a mi lado. Un macho que las tenga bien puestas, ¡que me vuelva loca! Estuve un tiempo afuera y conocí a dos tipos que, aún con su esperada y pronosticada histeria, supieron hacerme bien, supieron hacerme sentir bien.

-El yankee, un par de años más chico que yo, era divertido y simpático. Tenía un aire a Nick Carter, auto y creo que lo que le llamó la atención fue mi espontaneidad y mis demostraciones de "todo me chupa un huevo". Un poco cagón y con novia, por momentos.
-El tano (de escorpio) me llevaba algo más de una decena y media de años. Y ahí tenía toda la atención: me venía a buscar al trabajo, iba al supermercado, me cocinaba en casa y hasta lavaba los platos. Es cierto, a veces se ponía denso.


Cuando volví, me di cuenta que todo seguía como siempre
(tampoco es que me fui del país por mi separación, claro que no).

Tengo la necesidad de gritar a los cuatro vientos que tengo un problema de tipos. Admitámoslo, reconozcámoslo. Y dejé pasar un tiempo para ver si los planetas, finalmente, intentaban llegar a un acuerdo y se alineaban, aunque sea por una puta vez. Y me volvió a salir mal, pero eso es otra historia.

Me quiere; no me quiere


Ayer me llamó sobre la hora para acompañarlo a una cena informal cerca de la casa de mi ex. Aunque me había comprometido en sentar el culo en la silla y estudiar hasta tarde, le dije que sí. Bajamos juntos por el helado y caminamos abrazados. Me dejó elegir dos gustos y, una vez más, me dijo que le encantaba mi perfume. Después de comer, volvimos para este lado y nos encontramos con una amiga en común y su novio en un bar muy cool. A la hora, mi amigo decidió irse porque tenía un cumple en un lugar bien y entraba gratis hasta las dos. Ahí me dejó, ahí lo odié y no paré de odiarlo hasta apoyar la cabeza sobre la almohada. (Y lo odié porque yo dejé mis cosas por él para hacerle compañía; él no tuvo problema en irse sin mí, en dejarme en Pampa y la vía).

Recién me levanto y, cuando voy a ver la hora en mi celular, aparece el texto "1 Mensaje nuevo de: XXXX", que dice: "Estudiá mucho, gorda. Te quiero mucho. Sabes que sos la mejor, me encanta tu compañía".

La mirada de los otros


Según asegura mi psicoanalista, no es bueno que terceros me vean tan felizmente agarrada de uno de mis mejores (y poquísimos) amigos varones, tan sonriente y empelotudizada. Eso les haría pensar que, entre nosotros, existe algo más que una pura y sana relación de amistad. Sin quererlo, estaría como boicoteando futuras relaciones.

Creo que no le estoy dejando muy en claro
las ganas que tengo de darle matraca a mi amigo.