Mujer violenta


Últimamente, tengo ganas de cagarme a trompadas con todo el mundo. Estoy segura que esto es producto de mi dieta. Como sostenía Maquiavelo: "El fin justifica los medios". Así que, si me ves por la calle y no querés ayudar a una diosa en potencia/construcción, cruzate de vereda.

¿Vientos de cambio?


De repente, una amiga me recomienda para un laburo, tengo una entrevista para colaborar en un sitio y me llamaron de un lugar en donde hice una pasantía el año pasado para preguntarme si quiero cubrir un evento. Ojalá se me dé.

De pilladas


Estoy podrida, harta, cansada de correr para que no se me escape el chorrito de pis, tener que tropezarme con todo el mundo, tener que gritar pidiendo (¡casi implorando!) permiso para llegar al inodoro y encontrarlo todo pillado. Nosotras nos quejamos de los estúpidos que no levantan la tabla pero, ¡qué lo parió, somos un asco! Si tenés los cuadriceps débiles, los isquiotibiales blanditos; si tus gemelos no dan más y no podés con el celu, la agenda, los cuadernos, la campera y la cartera, sabé que no sos la única y que -después de vos- seremos muchas las que tengamos que usar el trono. Es por eso que este post va dedicado a todas las minas cochinas y las que son así de hinchapelotas como yo. No creo estar exagerando. No nos vamos a sentar en la tabla meada, eso es obvio, pero sabemos lo desagradable que es ver las gotitas de otra persona (con las nuestras alcanza y sobra). Si no podés con tu alma y sabés que vas a mojar todo (y mojarte toda), llená la tabla de papel y te sentás. Sí, te sentás. Y, cuando terminaste, agarrás todo ese papel que usaste para protegerte y lo tirás al tacho porque, sino, el inodoro se tapa.

autopista, colectora


Y terminó preguntando: "¿Por autopista o por colectora?", jajajaja =)

Para tener en cuenta I


Empecé mi día sábado a las siete de la mañana.
Ocho y media ya estaba en Palermo.
¡Qué día de puta madre!

Nota:
Definitivamente, mi maridito me tendrá que bancar en esto.

Calamaro ♥


Me gusta desarmarme arriba tuyo, me gusta demasiado ensuciarte. Besar tu flor, inmediata, besarte atrás y adelante. Me gusta tanto que me encante, que quiero hasta la locura desarmarme en el vaivén de tu cintura y remar sobre tu espalda y naufragarte. Soy tuyo, con mi mayor convicción, soy tuyo con toda la fuerza de mi corazón (que es tuyo) y, como cada pensamiento mío es tuyo, soy tuyo. Soy tuyo, con mi mayor convicción, soy tuyo con toda la fuerza de mi corazón (que es tuyo) y, como cada pensamiento mío es tuyo, soy tuyo ♥

Nota:
ésta canción me hace muy bien ésta canción me hace muy mal ésta canción me hace muy bien.

Que nadie se atreva a tocar a mi vieja


Hoy me operaron de la boca, me están intentando bajar un canino que estaba retenido (sí, impresión sobre todo). Mientras íbamos al ortodoncista con mamá....

Mamá:
Aii, mirá esos zapatos, ¿ves? Los de Ferraro son así pero de mejor calidad...
Yo: Boluda, estos son de Ferraro JAJAJAJA
(...)

Decidimos volver a casa en taxi. Lo último que necesitaba era un taxista charlatán... o esta conversación:

Taxista:
¿Qué le pasó a su nena?
Mamá: Le hicieron una cirugía en la boca
Taxista: Mi mamá tiene una dentadura muy mala y yo salí a mi vieja. La mitad de mis dientes ni son míos, fíjese.
Mamá: ...
Yo: (Grrrrr)
(...)

Después de mi siesta de seis horas, mamá viene a la habitación...

Mamá:
¿Qué té querés que te haga? Rosa Mosqueta, Menta y Limón, Frambuesa, Calafate...
Yo: JAJAJAJ aii JAJAJA pelotuda, no me hagas reir que me dueleeeee-ee

Usted que sabe tanto (o eso creía)



después de que el flaquito haya pensado que mi propuesta era una joda, pasó esto...

yo:
estás cagadito eee jaja
el flaquito: siii boluda, no me entiendo
yo: bueno, ¡por lo menos decime que soy un minón! jaja, por lo menos decime: no sos vos, ¡soy yo!
el flaquito: no es por vos, minonazo infernal, bombonazo asesino, es porque tengo el pitito en hibernación

(...)

el flaquito:
sólo quiero tener ganas de sexo desenfrenado...y tener sexo desenfrenado. porque con las ganas no hacemos nada
yo: las ganas te las debo jaja... otra vez será, pensé que daba...
el flaquito: nono, es que está bien... sí que daba para tirar la idea, lo que me enchota es lo que me pasa a mi. en fin... que sos cada día más copada :)


Sí, leyeron bien: el pitito en hibernación. Ahora pueden mofarse de mí tranquilos.

Usted que sabe tanto


Cuestión que este flaquito nunca me rompió la cabeza, pero daba vueltas y bueno, me entretenía pensar que podía llegar a ser interesante -aunque sea por un ratito. Cuando me tiré a la pileta (insinuándome abiertamente), me puso una excusa barata irreproducible (créanme, me gustaría compartirla con ustedes pero es demasiado denigrante para una minita como yo -tan normal como yo- la respuesta que me dió).

A ver, ¿qué se les ocurre que me dijo el flaquito cuando le mandé ese sms regalándome?

¡Qué lo parió!


Jueves 17 de septiembre, 21.30 hs, Ruta Nacional N°9 (Panamericana). Lluvia torrencial.

Yo:
Hoy está para tirarse en la cama, poner Vale y cortarse las venas...
Papá: Lo que vos estás queriendo decir es que es una linda noche para estar con alguien.
Yo: uffff! (snif)

(Nota: Viejo, bajá un cambio, aflojá un poco, poné filtro)

Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa


Las cosas prestadas son, como su nombre lo indica, prestadas. No son regaladas. Y la única persona que tiene el poder absoluto de mandar sobre el objeto en cuestión es el propietario. Éste es quien puede decidir si quiere prescindir de la cosa y prefiere regalarla o si sólo acepta no tenerla por un tiempo determinado. Está claro, ¿no?

¿Qué lo qué?(*)


"¿No le prestaron atención a los chicos de entre seis y diez años? Hablan en neutro. ¿Nunca vieron Backyardigans? ¿No? Mi preferido es Pablo".
(Profesor caño de Medios de Comunicación II)

(*) Dominican greeting. What's up Fuente: Urban Dictionary

o b s e


Veo un lugar libre al fondo. Me siento. A la izquierda, un flaco. A la derecha, una señora de más de cincuenta. Subo la música y me quedo mirando a la gente. En eso, veo la espalda de una chica de mi edad que se desata el pelo para hacerse una media cola. Ponele que tenía el pelo por la cintura, mucho, lacio y castaño. Ya con los brazos en posición, desenreda un pelo que no necesita ser desenredado. Una vez. Dos veces. Tres veces. Cuatro veces. Cinco veces. Seis veces. Siete veces. Ocho veces. Nueve veces. Diez veces. Once veces. Doce veces. Trece veces. Y sigue intentando buscar una media cola perfecta, peinándolo con los dedos, pasándolo de una mano a la otra. Lo ata. Finalmente, lo ata con una gomita roja (que le hace juego con el pantalón). Antes de bajar los brazos, una vez más se lo peina, se lo toca, y lo pasea de izquierda a derecha y de izquierda a derecha. Una vez. Dos veces. Tres veces. Cuatro veces. Cinco veces. Seis veces. Siete veces. Ocho veces. Nueve veces. Diez veces. Once veces. Y yo la miro y pienso que mejor la sigo mirando y después les cuento a los que me leen que vi a una mina insoportablemente obsesiva con su pelo, con su media cola. Ya gente así me saca de quicio.


Sí, yo también necesito hacerme co*er.

Por colectora


Esta mañana, saliendo de la clase:

Yo: Mirá, ahí está el profe de OP, me había olvidado que se la come.
Amiguita: ¡Ojo que nos agarra en Rectoría!
Yo: En definitiva, también somos culos...
Amiguita: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Yo: Habrá que ver qué tan diferentes somos desde atrás jajaja

El que sabe, sabe


Mi amigo Diego, el locutor, asegura:
"Los tipos SIEMPRE van a tener ganas de darte y,
siempre que puedan darte, te van a dar. TODOS."

Sólo sueños son (8)


Sueño de antenoche:
Yo vengo en un auto con no-me-acuerdo-quién y veo, en el auto de al lado, a un anciano manejando su auto pero totalmente dormido y con los brazos apoyados sobre el volante (para descansar cómodamente). Lo veo que se va para un lado, se va para el otro, se choca con un poste de luz. Le grito: "Viejo, ¡despertate!".

Sueño de anoche:
Voy en bici con mi superamiga, ella en la suya, claro. ¿Rumbo? La Bombonera. Mi viejo me había dicho que cuando llegara a la calle en la que encuentro un giro a la izquierda, doble. Sino, desde el paredón de la cárcel de flacos que hay ahí me van a tirar con todo lo que se les ocurra, ¡me van a matar! Llego a esa calle, veo el paredón y doblamos para el lado que papá nos había recomendado. Veo un quilombo de aquellos, tipos en cuero cagándose a trompadas, rompiéndose botellas de cerveza en la cabeza. Vías del tren y yo con la bici (complicadísima situación), con un julepe de la puta madre, pensando: "Vamos a ver hasta dónde llego sin que me rompan los huesos, ¡fuerza!".


-Eso te pasa por ver mucho Policías en Acción -contestó papá después de narrarle mis sueños.

ME CACHE EN DIE


Estoy enojada y voy a escupir todo como me salga. Ayer me dijeron que lo de mi chiche nuevo fue una estafa y tenemos que devolver los ocho equipos que nos habían dado gratis. Pero no sé cuánto me enoja eso, ni me pude encariñar así que supongo que está todo bien con quedarme con mi Motorola W5. Me desperté hace quince minutos y mi viejo me tenía que pasar a buscar por mi casa a las 12.30 pero ahora quiere que me tome el 133. Y yo ya tenía toda la mañana planificada, en esa planificación entraba que mi viejo me venía a buscar, la puta madre. A mi me gusta tener todo en su lugarcito, me gusta armar organigramas y respetar horarios. Y el 133 apesta. El otro día había pensado en hablarles de eso. Porque tengo ganas de llamar a la CNRT y descargarme, aunque no tengan ganas de hacer nada, yo necesito gritarles que son todos una mierda, que son unos maleducados, que no tienen el número de chofer ni de vehículo ni de nada y que eso no puede seguir así. Grrrr, ¡qué estúpida que soy! Después me voy con papá, mis hermanos y mi superamiga a ver Hindú-Alumni, le sigue el primer capítulo de Lynch (no, no sé el nombre del texto y me tiene sin cuidado) y, por último, un cumple en Frere. Lo único que falta es que apenas abra el placard no encuentre nada de lo que quiero ponerme para hoy, que se largue a llover y grrr... ME CACHE EN DIE.

Ciudad Universitaria (Parte I)


En 2002, cursando el CBC para Letras en Puán, promocioné Economía. Como hoy necesito la equivalencia para mi carrera en la USAL, mi superamiga me acompañó a solicitar el certificado correspondiente a Ciudad Universitaria.

Once menos veinte nos subimos al colectivo 37 y el viaje duró media hora. Caminamos hasta el Pabellón III y directo al segundo subsuelo. Una señora del Departamento del CBC (no sé cuál de ellos) nos dijo que teníamos que buscar el programa en la Biblioteca, en planta baja (es decir, subir dos pisos. Entramos y dos pibes -que comían bizcochitos rojos 9 de Oro- nos dijeron que, primero, tenía que pagar diez pesos para tener el Analítico. Salí y fui a Tesorería. Pagué los diez pesos, me dieron un comprobante chiquito y volví a la Biblioteca. Me dieron un formulario, completé dos boludeces pero no recordaba la cátedra de la materia (había una lista pero mi memoria no quería funcionar). Le pregunté si me podía ayudar y, con cara de pocos amigos, uno de los pibes terminó accediendo.

-Volvé a Tesorería y pagá cinco pesos para iniciar el trámite. Ah, acá tenés el programa, sacale también una fotocopia doble faz- me ordenó.

Fui a una de las fotocopiadoras
. Apenas entro, veo un cartel que dice "NO HACEMOS FOTOCOPIAS". Me doy otra vuelta, encuentro una más grande, saco una copia. Cuarenta y cinco centavos. Muchas gracias. Caminamos hasta Tesorería, pagué los cinco pesos, vuelvo a la Biblioteca. Le paso el comprobante de pago de los cinco pesos, el original del programa de Economía y la fotocopia. Se queda con la fotocopia (y el original, claro) y abrocha el comprobante a una parte de la solicitud que yo había llenado. Tengo que retirar todo a partir del lunes. Una menos veinte de vuelta en la facultad. Y el día recién comienza...

una ovejita, dos ovejitas


(Mi hermanito de seis y la mamá, la otra noche)

-Mami, no me puedo dormir
-Contá ovejas, hijito
-¿Y cómo hago para contar ovejas?
-¿No sabés? Cerrá los ojos y pensá que hay dos nubecitas. En la primera hay un montón montón montón de ovejitas y tenés que hacerlas saltar a la otra nube, una por una, a todas.
-Aaah


Nota:
mi tierno amigo respondió un mail estúpido que le mandé a un par de personas. Sí, se hizo el gil (una vez más). Poco a poco, se me están yendo las ganas de juntarme para decirle todas las cosas que me molestan. Ya casi que no tengo motivos para volverlo a ver. Nota 2: tengo chiche nuevo.

Un churrito en el bondi


Hoy, llegando a Plaza Miserere, se subió a mi 132 un flaquito bastante churro. Yo estaba sentada en los primeros asientos dobles después de la puerta del medio, contra la ventana. La señora que estaba a mi lado se paró para bajar y, en su lugar, se sentó este pibe de veintitantos. Tenía un expansor en la oreja derecha y una de estas camperas verde militar con bandera alemana. Viajamos siete u ocho paradas juntos sin mirarnos ni nada. Es más: ni siquiera intenté echar ojo a "su" lado, solo para adelante o para mi derecha, para la calle. Debería haberle sacado una foto y tal vez podíamos hacer como la publicidad de telefonía celular en la que la chica se la reenvía a sus amigos y terminan encontrando al tipo y se encuentran y se aman (¿sólo a mi me pasa que me acuerdo de las publicidades pero no de lo que se publicita?).


Nota:
hoy fui con unas amigas a la
UP para presenciar una actividad. Sólo nos quedamos a las dos primeras charlas. Osvaldo Quiroga me pareció un capo. Fernanda Iglesias me cayó mejor de lo que esperaba pero, cuando llegó el momento de hablar sobre el Proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales, hizo agua (a mí tampoco me queda muy claro todo pero, aunque sea, tirame una base).

Con convicción


En mi vida tuve cuatro psicólogos.
La primera se llamaba Teresa y empecé con ella cuando mis viejos se estaban por divorciar. No recuerdo el nombre de la segunda pero tenía el consultorio en Junín entre Viamonte y Tucumán. El tercero, Horario, es del que voy a hablar hoy. El cuarto es el actual, claro.

Un mes después de haber comenzado mis sesiones de terapia con Horario, me dijo (serio y con cara de yo me las sé todas/yo la tengo re clara): "Vos, en tres meses, estás de novia, acordate lo que te digo".
***

Claro que no sucedió, gente. Claro que no.
Después nos enteramos -durante unas vacaciones- que el chabón cagaba a golpes a la mujer (no importa cómo nos enteramos, no se preocupen) y, de buenas a primeras, mis viejos decidieron que no fuera más. ¿Ustedes me dan un ultimatum? ¿Algún tiempo estimado, aproximado para encontrar a mi nuevo amor, a mi media naranja, a mi cucurucho de dulce de leche?



Nota:
Yo no iba para eso, no iba en busca de una relación sentimental o whatever. Pero él sintió que me lo tenía que decir y me lo dijo y bueno, después se fue todo al mismísimo demonio. Gracias (?)

feliz cumpleaños a mí, yeahh. --f u c k*


Lo agarró Diego, mi amigo el locutor, y se lo llevó a la puerta de entrada. Aparentemente, le tiró la onda de que se me tirara encima y, después de algunos minutos, volvieron cada uno a su mesa. Diego se me acercó, me abrazó mientras yo barajaba un maso de cartas españolas y, entre risas nerviosas suyas y mías, me dijo: "El flaco está con vos, te va a dar". Mucho no le pude preguntar, ¡no podía de la vergüenza!

A los diez minutos se me acercó mi tierno amigo, me abrazó de atrás y se sentó a mi lado para pedirme un poquito de postre. Todos me miraban. Estaba el hiperhistérico, mi amigaza, mi amigota y doce personas más. Yo sentía todos los ojos sobre mí. De repente, se acerca Diego para apurar aún más todo. Intentó hablar en código con mi tierno amigo pero, claro, yo sabía todo y él sabía que yo sabía todo.

"Nono, sabes que no", repitió una y mil veces mi tierno amigo. Diego sólo me decía: "¿Me das un segundo de tu tiempo? Necesito que salgamos los tres un segundo". A los dos minutos, el cagón se paró y se sentó en otra mesa con otras amigas mías. Media hora después, se fue. No sé si pude hablar bien, contarles bien la relación que tengo con él pero no sólo se dignó a llegar dos horas tarde (por haberse quedado dormido pero haber tenido tiempo de fumarse una seca) sino que estuvo menos de dos horas en mi cumple y menos de media a mi lado. Y ahora, ¿qué hago? ¿Qué hago con toda esta bronca? ¿Por qué le dijo a Diego que sí, se acercó sabiendo que el locutor iba a meterse en el medio y después respondió lo que respondió?

Tema A | Tema B



Tengo ganas de escribir sobre dos cosas.
La primera es feliz así que empezaré con esa
(y después veo si puedo prepararme psicológicamente para la segunda).

Tema A
Esta noche hago mi cumple en un bar cerca de casa. Es relativamente chico, acogedor, luces tenues, buena música y pantallas gigantes. Algunos de mis invitados vienen a cenar (carta, menú mexicano o pizza) y otros caen a tomar unos drinks. Tipo nueve nos encontramos ahí (sí, temprano pero vamos a ver el partido juntos). Entre mis invitados están mi tierno amigo y el hiperhistérico.


No, no quiero seguir con esta historia. ¡Pero la otra es taaaan...!


Tema B
Después de leer la última entrada de Gastón, me dieron ganas de contar lo que me pasó a mi cuando estuve en esa situación. Después de casi un año y medio de relación -y pasando cuatro días juntos en la costa- él me dijo que ya no sentía lo que había sentido antes, que nos teníamos que separar. Sí, claro que leyeron bien, fue durante unas mini vacaciones. Se ve que no podía esperar a volver. Se ve que no podía decírmelo antes de viajar. El mismo día que llegamos al hotel, ya desparramados en la cama, me confesó que ya no me amaba más y que lo mejor era distanciarnos. Sentí que se me caía el cielo, que se me cerraba la garganta, que se me daba vuelta el mundo. A veces creo que todo esto pasó ayer, que todavía tengo esas sensaciones feas a flor de piel. Él me preguntó si quería que se fuera, si quería estar sola. Pero no. Probablemente, hayamos pasado los días más lindos después de mucho tiempo. Raro, ¿no? Es como si de repente hubiéramos cortado el compromiso (hubiera cortado su compromiso) y ahora, liberado, pudiera soltarse más, disfrutar más. Nunca dudé que se divertía conmigo y esos días me lo reafirmaron todavía más. Y tuvimos una última noche. Y fue rara porque era la última y yo lo sabía. Y se me rompía el corazón porque no podía concebir pensar en no poder ver más a esa persona. Eso sentía. Era un corte definitivo. ¿Cómo puede ser que sintiera tan claramente un distanciamiento definitivo estando con él de viaje, teniéndolo tan cerca? No sé qué habrá sentido él esa última noche. Sé que no quise que terminara más, que no podía entender que no fuéramos a estar tan cerca nunca más. Sé que lloré y que me dormí abrazándolo. Sé que él se dejó abrazar y que fue el mismo de siempre.

Oh, l'amour



¿Dónde estás amor de mi vida
que no te puedo encontrar?


Nota: ¿Cómo hago para entender que cuanto menos piense en eso más fácil va a ser?

XXIII



¡Feliz cumpleaños para mi!

No todos los días se cumplen veintrés, ¿no?

Regalo n°1
(de papá y mis hermanos, elegidas por quien les habla). Ya les iré mostrando el resto (porque espero que haya más -y espero poder mostrárselos, aunque sea, por acá). Aunque poquísimas personas que me conocen en la vida real lean este blog, voy a agradecerle a todos los que me mandaron sms, mails, me saludaron por este medio (?), me hicieron notas en el facebook, me enviaron palomas mensajeras, etc.

"Soy tu fan"


Fanatismo: El fanatismo es una pasión exacerbada, desmedida y tenaz, particularmente hacia una causa religiosa o política (y hasta deportiva), o hacia un pasatiempo o hobby. Consta de una apasionada e incondicional adhesión a una causa, un entusiasmo desmedido y monomanía persistente hacia determinados temas, de modo obstinado, algunas veces indiscriminado y violento. El fanatismo puede referirse a cualquier creencia afín a una persona o grupo. En casos extremos en los cuales el fanatismo supera la racionalidad, puede llegar a extremos peligrosos, como matar a seres humanos o encarcelarlos, y puede incluir como síntoma el deseo incondicional de imponer una creencia, considerada buena para el fanático o para un grupo de los mismos.
Fuente: Wikipedia

Desconfío hasta las muelas de los super-mega-archi fanáticos de:

-La naranja mecánica
-Woody Allen
Y seguro que la lista sigue...

Nota:
¡mañana es mi c u m p l e a ñ o s!

A mamá mono---


Vamos, no me jodan. Yo ya sé que vivimos acelerados, que queremos todo para ayer, que la ansiedad nos está matando (aunque digan que lo que mata es la humedad), que nos está volviendo locos, que nos está enfermando. Pero, ¿acaso me van a negar que, a medida que pasan los días-meses-años los empleados (administrativos, por ejemplo) están cada vez más relajados, más pajeros, más tranquilos, más lentos?


Señora empleada del banco:
Veinte minutos a su lado fueron suficientes para que ocupe este espacio (mi espacio) para descargar mi bronca contra usted. Durante esos largos y densos veinte minutos se encargó de defenestrar a todas las personas que se acercaron a hacerle consultas; no paró de ladrarle al pobre hombre que se quejó porque una señora (sin número) se metió en la fila. ¿Cómo no estar enojado, cómo no alterarse? PARA ALGO ESTÁN LOS NÚMEROS, SEÑORA. No se ganó el cielo. Usted es una maleducada. ¡Encima trabaja hace casi una década en ese lugar! Apure un poco, querida, ¿no tuvo dactilografía en el colegio? Mi mamá sí tuvo y usted tiene la edad de mi mamá así que seguro que sí. Puede que se haya olvidado, nunca vi una persona que tardara tanto en completar mis datos. Haga un curso, perfeccionese. La gente está mal, la gente está nerviosa, ansiosa, acelerada. Pero usted no ayuda. ¡Ah! Y dígale a su compañera que deje de toser como un animal, que escupa el chicle mientras atiende a los clientes y que no se pasee por el banco, de aquí para allá, con un termómetro en la mano. Si está enferma, que se quede en la casa porque, además de ansiosos, somos paranoicos.

Y mi hermano Roberto dijo: "Estamos fritos"


En Complot, centro del negocio.

Vendedora A: Ai, boluda, ¿tengo algo en la espalda? ¡No sabés cómo me duele!
Vendedora B: Sí, tenes un grano e n o r m e, boluda
Vendedora A: ¿De verdad? ¡Reventamelo!
Vendedora B: Dale, respirá hondo eh.
Vendedora A: ¡AIAAA!
Vendedora B: ¡Ui, boluda, te salió un montón de sangre, qué asco!

Nota: No les recomiendo el Complot de Santa Fe.
Las vendedoras son desagradables y maleducadas (no saludan nunca. NUNCA).


***

En el 132, volviendo a casa.

Chabón: No sé, tal vez me meten cuatro años
Mina joven: Bueno, no es tanto
Chabón: No, además voy a estar con el otro
Mina vieja: ¿Y qué te dijo el abogado?
Chabón: Como que me pueden meter, como que me pueden dejar afuera
Mina vieja: El santito te va a ayudar, vas a ver
Chabón: Igual, la saqué barata...