an e japi nü ier!


Oh, sí. Han pasado más de 180 días desde mi última actualización y vengo para contarles que sí, que sigo viva; que sigo vivita y coleando. A nadie en particular, a todos en general. Que ninguno se lo tome como personal: nada más lejos de la realidad, eh. Ojo. Ojo que no soy yo cuando me enojo. No mucho cambió desde la última vez que estuve por acá. Quizás queda mejor decir que pocas cosas cambiaron desde junio. Porque fue junio. Sí, el Sr blogger me dice que fue junio. Hoy venía caminando por la calle, silbando bajito, y me acordé cuando abrí el blog y todos los días (o casi todos los días) me sentaba a escribir y escribir. Parece que fue hace un montón. Seguramente fue hace un montón. Porque, si bien no pasó tantísimo (millones de cosas) en todos estos meses, fueron cosas grandes/importantes. No muchas pero grandes. Porque no importa la cantidad, ¿no? No sé. En fin, solamente quiero decirle gracias a APTRA (?), a este año super lindo que ya casi termina y que, en compañía de este blog digno, se las ingenió para que conociera a quien hoy es mi media naranja (♥). Vamos a recibir el 2011 en la playa y, a calzón quitado, podremos gritar fuerte y claro todos los nuevos augurios y los mejores deseos para el año que comienza.

¡Tengan todos ustedes un excelente Año Nuevo!

finalmente, la ansiada convivencia


Desde hace semanas, meses, le vengo insistiendo a mi vieja con que se tome algunos días de vacaciones pero ella me dice que sí y después, ¡minga!, se hace la boluda y sigue con sus cosas, muerta de cansancio. Así se pasa la vida. Para celebrar el Bicentenario, novio y yo nos fuimos unos días a San Pedro. Volvimos recomendádole a mamá el hotel en el que habíamos estado esos cinco días. Es así como hace veinte minutos salió el micro que, luego de dos horas de viaje, la llevará a aquella hermosísima y tranquila localidad bonaerense. Es decir que, hasta el viernes, queda mi hogar-dulce-hogar a mi cargo y, obviamente, desde anoche novio está instalado ♥

Sin pelos en la lengua*


A diferencia de lo que muchos y muchas podrían pensar, yo creo que, cuanto más y mejor onda tengas con tu señorita depiladora, peor es. ¿Por qué? Porque se te cuelga hablando de todos sus problemas y piensa que ya te chupa un huevo cómo te deje. ¡Error! Ya que nos caemos tan bien y excelentes confidentes somos, deberías ser mucho más detallista y puntillosa. ¿Sí, Andrea?

*perdón si se malinterpreta el título de este post ;)

A mí me sale así


No. No lloro porque estoy triste, angustiada, enojada, iracunda. Tampoco porque las cosas me salen mal, porque todo lo que toco se rompe, porque me siento meada por una manada de elefantes. Nada de eso. Nada más lejos de la realidad, no me siento así ni a palos. No me creo una desgraciada, tampoco una malparida. No vivo pensando en las cosas que no me banco de lo que soy, de lo que hago o de lo que me pasa o me deja de pasar. Es, simplemente, que llega un punto en el que me siento tan bien con todo lo que me das, que me da por llorar. Y me sale así. A mí me sale así. Controladora de nacimiento (y en continuo perfeccionamiento del oficio, por desgracia), trato de dejar que por lo menos esto fluya. No pretendas entenderme ni pienses cosas locas. Que no cunda el pánico que está todo mucho más que bien ♥

hay días para quedarse a mirar,
hay días en que hay poco para ver,
hay días sospechosamente light...
hay un deseo que pido siempre que pasa un tren

Que nadie se atreva a tocar a mi vieja (wtf)


Madre hay una sola. Y me rompe soberanamente las pelotas que la gente se confunda y diga, por ejemplo, que la esposa de mi viejo es mi mamá. ¡Error! Yo la quiero, compartimos cosas, le cuento secretos re secretos y todo lo que quieras. Pero no es lo mismo. Ella puede ser una de mis confidentes, mi amiga, la madre de mis hermanos, esposa (mejor dicho, concubina) de mi viejo, etcétera. Y, sin embargo, me jode que se confundan y me digan que es mi mamá aunque automáticamente se retracten. No es tan difícil, no se parecen en nada. Ni nosotras nos parecemos entre nosotras. Es fácil. Mis viejos se casaron, se querían mucho, hicieron la porquería y me tuvieron. Años más tarde, se dieron cuenta de que ya no se querían tanto, se divorciaron y bueno, la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido (sic).

¡Basta de pensar!


Estos tienen que ser mambos míos, sin dudas. Mi cabeza loca que, en el poco tiempo libre que tiene para parar y pensar, flashea cosas que -verdaderamente- no deben existir, no tienen que tener lugar. Porque si no me pongo firme en que todo esto que pienso es nada, créanme, es para quilombo. Es para salir a cachetear y escupir sin piedad. Está bien, ya entendí que no cazan una goma de lo que estoy diciendo. El punto es que hay gente que te promete el oro y el moro y te asegura que siempre, siempre va a estar. Entiendan: adversidades de la vida. Uno trata, uno intenta poner todo de sí pero las cosas no salen siempre como uno las planea. Me corrijo: yo trato, yo intento poner todo de mí pero las cosas no salen siempre como las planeo. Ya ni sé lo que quiero decir, ya me perdí. El punto es que tengo que dejar de pensar en todo esto. Sin dudas, hay cosas mucho más importantes.

Aaaah! (L)



Me haces TAN bien ♥
(reabrí tu blog así la gente se entera quién sos jajaja)