¡Basta de pensar!


Estos tienen que ser mambos míos, sin dudas. Mi cabeza loca que, en el poco tiempo libre que tiene para parar y pensar, flashea cosas que -verdaderamente- no deben existir, no tienen que tener lugar. Porque si no me pongo firme en que todo esto que pienso es nada, créanme, es para quilombo. Es para salir a cachetear y escupir sin piedad. Está bien, ya entendí que no cazan una goma de lo que estoy diciendo. El punto es que hay gente que te promete el oro y el moro y te asegura que siempre, siempre va a estar. Entiendan: adversidades de la vida. Uno trata, uno intenta poner todo de sí pero las cosas no salen siempre como uno las planea. Me corrijo: yo trato, yo intento poner todo de mí pero las cosas no salen siempre como las planeo. Ya ni sé lo que quiero decir, ya me perdí. El punto es que tengo que dejar de pensar en todo esto. Sin dudas, hay cosas mucho más importantes.