Tan sólo seis entradas en 2011. No suena bien. Y digo esto porque este supo ser mi espacio en donde vomité un montón de cosas feas y pude compartir otras hermosas. Sin embargo, debo ser sincera: no aparecí tanto no porque no encontrase las ganas sino porque el año fue bastante agitadito y, sin darme cuenta, muchas veces me olvidé de algunas cosas que me hacían bien. En este año que acaba de comenzar, me propongo volver a apropiarme de este hermoso lugar que supe construir para mí.

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Acá te dejo un lugar para que me critiques, para que opines, para que escupas y vomites lo que tengas ganas de escupir y vomitar. Tomá, ahí tenés.