puestito de compra-venta-canje



El viernes pasado, de paseo por el Parque Rivadavia, me acerqué a un puestito de compra-venta-canje de libros. Para mi sorpresa, me encontré al dueño del mugriento lugarsucho desparramándose/untándose la espuma de afeitar por todo su barbudísimo rostro, dispuesto a pasar navaja y a otro perro con ese hueso. ¡Puajjj! Ya me lo había imaginado con una palangana y todo.

1 personas me dijeron esto, esto y esto:

Emiliana dijo...
21 de abril de 2011, 18:33

Jajajaja... nooooo!
No lo permitas.
Saludo grande

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